La bodega Sierra del Oso da un paso audaz hacia la innovación con el inicio de su primera vendimia en bancales, donde se han plantado 4,000 cepas de variedades como mencía, tempranillo y godello. Víctor García, joven enólogo al frente del proyecto, destaca la importancia de una buena uva para la calidad del vino, afirmando que este será un año decisivo para la bodega.
Desde su llegada a Sierra del Oso hace doce años, García ha evolucionado en su rol, enfocándose en los viñedos desde 2017. Este año, la bodega se prepara para una vendimia prometedora en los bancales, donde la orientación sur y el suelo rico en hierro crearán un entorno ideal para las cepas. «Hemos dejado algo de uva para empezar a vendimiar», señala con optimismo.
La bodega, dirigida por Ángel Moreno, no solo se centra en vinos ya conocidos como Ángel Moreno, un tinto 100% de Liébana, sino que también trabaja en nuevos proyectos, incluyendo un tinto roble. «Estamos creando un nuevo perfil de vino», revela García.
Además de la viticultura, Sierra del Oso mantiene sus raíces en la destilación, con más de 20 referencias de orujo y licores. Recientemente lanzaron un nuevo brandy, Hiberna, y versiones de su whisky Curavacas envejecido en barricas de Jerez, lo que les permite ofrecer un producto diferenciado.
La cosecha de 2025 se anticipa con buenas perspectivas y se espera que la vendimia comience a mediados de septiembre. Víctor García concluye: «La afición por la viticultura me ha llegado por el trabajo, y es un trabajo que engancha». Con un enfoque en la calidad y la sostenibilidad, Sierra del Oso se posiciona como un referente en la viticultura de Cantabria.
