Los residentes de Montjuic, en Barcelona, están en pie de guerra ante la creciente delincuencia en sus calles, provocada por bandas de inmigrantes marroquíes. La situación, que han calificado de «auténtica pesadilla», ha llevado a los vecinos a exigir al Ayuntamiento medidas inmediatas para restaurar la seguridad en la zona.
En las últimas horas, los testimonios de quienes viven este terror han salido a la luz. Una madre, visiblemente afectada, narró cómo su hijo fue brutalmente atacado por dos individuos cuando regresaba a casa de madrugada. «Lo derribaron del patinete, le dieron una paliza y lo dejaron tendido en el suelo con convulsiones», relató entre lágrimas, mientras su hijo perdió un pendiente en el asalto.
Los disturbios no solo ocurren durante la noche. Según los vecinos, jóvenes merodean bajo los efectos del alcohol o las drogas a cualquier hora, generando un clima de miedo constante. Un anciano compartió que recientemente, unos okupas violentos agredieron a un vecino para robarle dinero y joyas, lo que ha aumentado la preocupación en la comunidad.
La indignación es palpable. Muchos residentes responsabilizan a grupos de inmigrantes, especialmente a jóvenes de origen marroquí, por la mayoría de los delitos en la zona. «Son ellos quienes cometen hurtos, agresiones y acampadas ilegales en plena calle», aseguró una vecina, mencionando la presencia de una asociación de menores no acompañados en el barrio.
El clamor por acción se ha intensificado, con vecinos que critican al Gobierno central por permitir una situación que consideran insostenible. «Nos han impuesto problemas que no sabemos cómo afrontar y nadie nos da herramientas para defendernos», denunció una mujer, exigiendo medidas más firmes contra los inmigrantes en situación irregular.
Dada la gravedad de la situación, los vecinos han solicitado el cierre de los jardines y del parque donde se organizan reuniones multitudinarias, donde frecuentemente los jóvenes se reúnen para hacer botellón, lo que deriva en peleas y destrozos en negocios cercanos. La comunidad espera una respuesta rápida y efectiva de las autoridades para recuperar la seguridad en su vecindario.
Este creciente malestar en Montjuic pone de relieve un problema más amplio en muchas comunidades afectadas por el aumento de la delincuencia y la inseguridad, y plantea interrogantes sobre cómo las instituciones están manejando la situación. Los residentes están decididos a no vivir con miedo y a luchar por un cambio.
