La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, se llevará a cabo hoy a las 11:30 hora local en la base militar Elmendorf-Richardson de Anchorage, un encuentro crucial que busca abordar el alto el fuego en Ucrania y explorar vínculos económicos bilaterales. Este encuentro, que se desarrollará inicialmente con solo traductores y luego con delegaciones reducidas, podría marcar un cambio significativo en la dinámica del conflicto que ha devastado la región.
Trump pretende convencer a Putin de aceptar un alto el fuego inmediato y sin condiciones, un primer paso hacia un acuerdo de paz. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha señalado que cualquier negociación realista implicaría la cesión de territorios ocupados por Rusia, algo que Kiev rechaza rotundamente. A pesar de los esfuerzos de la Casa Blanca para incluir a Zelenski en la cumbre, Rusia ha rechazado esta posibilidad, lo que podría limitar el impacto del encuentro.
En las últimas horas, las fuerzas rusas han intensificado su ofensiva en la provincia de Donetsk, logrando un avance significativo, mientras que Ucrania ha respondido con ataques aéreos en territorio ruso, incluyendo un ataque en Rostov del Don. La situación sigue deteriorándose, con Naciones Unidas reportando que julio fue el mes más mortal desde 2022, con 286 muertos y 1,388 heridos entre la población civil.
El tema económico también será clave en la agenda de la cumbre, donde se discutirá una posible explotación conjunta de recursos naturales. Washington ya había impulsado un contrato en abril que proponía dividir al 50% la explotación de minerales ucranianos, mientras que Moscú ha respondido con la propuesta de un pacto similar. Según informes, Trump podría ofrecer a Putin legitimidad internacional para la explotación de minerales en territorios ocupados si se logra un acuerdo de paz.
La reunión no solo es importante por las cuestiones bélicas y económicas, sino también por su simbolismo diplomático. Putin ha indicado que la administración estadounidense está realizando esfuerzos genuinos para resolver la situación, abriendo la puerta a un posible acuerdo sobre armas nucleares tras un eventual pacto de paz. El Kremlin considera esta cumbre como una victoria simbólica, a pesar de la orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional en 2023 por la deportación forzada de menores ucranianos.
Aunque no se espera la firma de acuerdos al final de la cumbre, el mensaje político que ambos líderes transmitan en la rueda de prensa conjunta será fundamental para evaluar si esta reunión puede cambiar el rumbo de un conflicto que, tras casi dos años, carece de un horizonte claro de resolución. Los ojos del mundo están puestos en Alaska, y cualquier avance podría ser decisivo no solo para Ucrania, sino para la seguridad global.