Desarrollo urgente: El presidente Donald Trump ha anunciado que su administración no otorgará más permisos para nuevos proyectos de energía solar y eólica en Estados Unidos, una decisión que impacta la ya frágil situación del sector energético en el país. Este anuncio se produce en un contexto donde la demanda eléctrica supera rápidamente la oferta en diversas regiones.
Trump publicó en Truth Social que la Casa Blanca ha endurecido el sistema de permisos, centralizando todo el proceso en la oficina del secretario del Interior, Doug Burgum, generando preocupación entre las empresas del sector que temen que muchos proyectos queden bloqueados. Las renovables habían sido aprobadas anteriormente como parte de un trámite normal, pero ahora enfrentan obstáculos significativos.
La crítica de Trump hacia las energías renovables se centra en su supuesta responsabilidad en el aumento de los precios eléctricos. En PJM Interconnection, la red eléctrica más grande del país, la creciente demanda de centros de datos y nuevas industrias ha llevado a un incremento del 22% en las tarifas en comparación con el año anterior, justo cuando varias plantas de carbón están cerrando.
Datos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley indican que la mayoría de los proyectos listos para conectarse a la red son solares o de almacenamiento de batería. Estos recursos podrían cerrar rápidamente la brecha entre oferta y demanda, pero la postura del gobierno dificulta su implementación. Además, Trump ha decidido eliminar los créditos fiscales para inversión y producción en solar y eólica a partir de 2027, lo que representa un golpe devastador para el crecimiento del sector.
El impacto de esta decisión no solo se limita a los permisos. Las tarifas al acero y al cobre, también impulsadas por la administración, han encarecido aún más los proyectos renovables. Para agravar la situación, el Departamento de Agricultura ha puesto fin a su apoyo para la instalación de paneles solares en tierras de cultivo, cerrando otra vía de financiación crucial para el sector.
La eliminación de incentivos fiscales y el endurecimiento de los permisos podrían significar un retroceso significativo para la transición energética en EE.UU., justo cuando el país necesita diversificar su matriz energética para hacer frente a la creciente demanda. Las empresas del sector están en alerta máxima y esperan una respuesta de la administración sobre cómo estos cambios afectarán sus operaciones y el futuro de la energía renovable en el país.
Los próximos días serán cruciales para observar cómo se desarrollan estos cambios y el impacto que tendrán en el sector energético y en los consumidores. La comunidad energética y los ciudadanos deberán estar atentos a estas decisiones que podrían definir el rumbo de la energía en Estados Unidos por los próximos años.