Las fuerzas estadounidenses han comenzado su retirada de las principales bases militares en Irak, incluyendo **Ain al Asad** y **Victoria**, según han confirmado fuentes de seguridad iraquíes. Esta maniobra se produce en respuesta a las solicitudes del Gobierno iraquí, marcando un cambio significativo en la presencia militar estadounidense en la región.
**Husein Alawi**, asesor ministerial iraquí, anunció que la retirada se completará el próximo mes, en virtud de un acuerdo entre Irak y los países de la coalición internacional contra el Estado Islámico. Actualmente, entre **2,500 y 3,000** militares estadounidenses permanecen en Irak, aunque un número limitado se quedará para entrenar a las fuerzas iraquíes.
El **Comité Conjunto Superior de Seguridad**, que incluye representantes iraquíes y estadounidenses, está supervisando este proceso bajo un calendario preciso. **Ali Nema al Bandawi**, miembro del Comité de Seguridad y Defensa del Parlamento, destacó que esta retirada no es una acción unilateral, sino parte de un plan formal.
Sin embargo, la situación se complica por la creciente influencia de las **milicias proiraníes**, agrupadas en las **Fuerzas de Movilización Popular (FMP)**. Estas fuerzas, esenciales para el control interno de Irak, han sido objeto de críticas debido a su uso excesivo de la violencia. Recientemente, un ataque atribuido a **Kataeb Hezbolá** resultó en la muerte de tres personas, lo que llevó al primer ministro **Mohamed Shia al Sudani** a destituir a los comandantes responsables.
Al Sudani ha dejado claro que no tolerará que las milicias actúen sin órdenes, evidenciando la tensión entre el Gobierno iraquí y estas agrupaciones. La retirada de las tropas estadounidenses podría marcar el comienzo de una nueva fase de cooperación en seguridad, enfocada en el asesoramiento y desarrollo de capacidades para las fuerzas de seguridad iraquíes.
El mundo estará atento a cómo se desarrollarán los acontecimientos en Irak, especialmente con la reconfiguración de las fuerzas de seguridad y el papel que jugarán las milicias en el futuro político del país. La comunidad internacional sigue observando de cerca la situación, en medio de un panorama regional cargado de tensiones.