Desarrollo Urgente: Las tres rocas de Arretxinaga en Markina-Xemein están en el centro de un debate sobre su origen, con teorías que las consideran desde un dolmen prehistórico hasta una formación geológica. Esta impresionante estructura, que se alza en la ermita de San Miguel, alberga la figura del Arcángel San Miguel, que lucha contra un demonio representado como un dragón.
El lugar, cuyo nombre significa “lugar donde yacen las piedras”, tiene piezas de más de 40 millones de años, aunque su presencia en la ermita es más reciente. La comunidad local ha tejido a su alrededor una rica tapicería de leyendas y supersticiones a lo largo de los siglos.
Una de las creencias más populares sostiene que quienes deseen casarse en el próximo año deben pasar tres veces por debajo de las rocas. Además, documentos del siglo XIX indican que los habitantes atribuían virtudes milagrosas a las piedras, capaces de curar enfermedades al ser tocadas.
La ermita, construida en el siglo XVIII, no solo es un receptáculo de la naturaleza sino también un símbolo de la conexión entre el cristianismo y las creencias antiguas. Se dice que fue levantada para proteger estas rocas sagradas, y en 1626 se consagró solemnemente el altar de San Miguel, inspirado en el santuario del Monte Gargano en Apulia, Italia.
Situada en la confluencia de los ríos Artibai y Urko, la ermita ha sido objeto de numerosas restauraciones. El Ayuntamiento ha anunciado que este próximo año se llevarán a cabo dos importantes proyectos de rehabilitación, que incluirán tecnologías inteligentes para convertir el espacio en un centro de interpretación.
La combinación de historia, leyendas y el entorno natural hacen de la ermita de Arretxinaga un lugar único en el País Vasco y un atractivo para visitantes y estudiosos por igual. Con cada nueva revelación, el misterio que envuelve a estas rocas sigue cautivando la imaginación de quienes las visitan.
