Valladolid, 17 de julio de 2025: Miguel Ángel Mesón, un hornero de 48 años, denuncia las extremas condiciones laborales en Saeta Die Casting, una fundición de aluminio en Valladolid, donde la seguridad es prácticamente inexistente. En un relato impactante, Mesón comparte que los trabajadores enfrentan temperaturas de hasta 750 °C sin la protección adecuada.
«Si no es por necesidad, aquí no trabaja nadie», afirma Mesón, quien está de baja desde hace cuatro meses debido a una lesión en el hombro. Describe cómo deben manipular el aluminio fundido y llenar los hornos, tareas que, según él, son extremadamente peligrosas debido a la falta de equipamiento especializado.
El riesgo es palpable: Mesón menciona que tienen prohibido usar cordones en las botas para evitar accidentes, resaltando la precariedad de las medidas de seguridad. El ruido también es un factor crítico; al volcar el aluminio en la torre, los niveles alcanzan 170 a 180 decibelios, obligando a los trabajadores a realizar descansos cada dos horas no por el calor, sino por el sonido ensordecedor.
«Si hay relevo, cada dos horas cambias de tarea, pero si no, te quedas ocho horas expuesto a estas condiciones», lamenta. Esta situación ha generado preocupación entre los empleados, quienes sienten que su salud y bienestar están en juego.
La situación en Saeta Die Casting pone de relieve la urgente necesidad de mejorar las condiciones laborales en el sector, donde la seguridad parece ser una prioridad secundaria. La falta de protección adecuada y la presión económica mantienen a los trabajadores en un estado de vulnerabilidad constante.
El testimonio de Mesón es un llamado a la acción para que las autoridades revisen las regulaciones de seguridad en el trabajo, especialmente en industrias de alto riesgo como la fundición de metales. La comunidad espera una respuesta inmediata para garantizar un entorno laboral más seguro para todos.