Desarrollos alarmantes surgen en el PSOE andaluz, donde sectores internos expresan su temor a una debacle electoral con María Jesús Montero como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía. Un reciente barómetro del CIS andaluz pronostica que el actual presidente, Juanma Moreno, podría revalidar su mayoría absoluta, mientras que los socialistas caerían de 30 escaños actuales a entre 24 y 26 en los comicios de junio de 2026.
Las críticas dentro del partido no se han hecho esperar, y algunas voces piden la renuncia inmediata de Montero, instándola a dejar el Gobierno para enfocarse en hacer oposición a Moreno. La situación se complica aún más debido a la corrupción relacionada con José Luis Ábalos y Santos Cerdán, que ha hundido las expectativas del partido. En medio de este clima, Montero se ausentó de un evento clave con el presidente Salvador Illa, lo que ha intensificado la presión sobre su liderazgo.
Gaspar Llanes, parlamentario andaluz por Sevilla, advirtió que el partido necesita un cambio de estrategia urgente, subrayando que la corrupción tiene un alto costo electoral para los socialistas. «La corrupción les pasa muchísima factura a los andaluces», comentó. La preocupación se extiende a otros miembros del partido, incluyendo a Luis Ángel Hierro, quien critica la falta de discusión interna sobre la financiación catalana y su impacto en Andalucía.
Las encuestas, que se basaron en 3,600 entrevistas, revelan que el PSOE-A podría enfrentar su peor resultado electoral en la historia, lo que ha llevado a muchos a cuestionar el liderazgo de Montero. «Las encuestas se han hecho en un período crítico, donde la corrupción ha marcado la pauta», apuntó Llanes, quien también destacó que el partido debe ofrecer explicaciones claras y un diálogo renovado.
Con el clima político tenso, las voces disidentes dentro del PSOE-A sugieren que la ministra de Hacienda debe regresar a Andalucía y concentrarse en las elecciones. «No podemos permitir que Moreno Bonilla gobierne sin oposición efectiva», afirmó Hierro, quien también advirtió sobre el daño que la corrupción y la financiación catalana están causando al partido.
Los desafíos se agravan con la necesidad de que Montero explique su posición respecto al acuerdo de financiación con Cataluña. «Es fundamental que aclare las cosas; los andaluces necesitan escuchar respuestas», resaltó Llanes. La presión sobre Montero aumenta a medida que se acercan las elecciones, y muchos comienzan a cuestionar si su liderazgo es suficiente para revertir la tendencia negativa.
La situación actual plantea un dilema crítico: ¿será capaz el PSOE andaluz de recuperar la confianza del electorado antes de las elecciones de 2026? Con un entorno electoral cada vez más hostil, el partido se enfrenta a un desafío monumental para evitar una debacle que podría marcar el futuro de la política andaluza. Las próximas semanas serán cruciales, y la dirección del PSOE-A deberá responder a las inquietudes de sus militantes y a las expectativas de los votantes.