NEW REPORTS CONFIRM: El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunieron en Londres este jueves para enviar un mensaje de unidad europea en apoyo a Ucrania. Este encuentro ocurre justo 24 horas antes de la crucial reunión que sostendrán en Alaska el presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario ruso, Vladímir Putin, un evento que podría cambiar el rumbo del conflicto que comenzó con la invasión rusa en 2022.
Durante aproximadamente una hora, ambos líderes conversaron en los jardines de Downing Street, evitando declaraciones conjuntas para no interferir en la dinámica previa a la cumbre de Alaska. La llegada de Zelenski fue cuidadosamente diseñada, con una alfombra roja y un intercambio de abrazos que resaltó la camaradería entre ambos líderes.
Downing Street destacó que Starmer y Zelenski coincidieron en un «poderoso sentido de unidad y firme determinación» para alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania. Zelenski calificó la reunión como «buena y productiva» y enfatizó la importancia de abordar las garantías de seguridad necesarias para hacer viable un alto el fuego, siempre que Estados Unidos logre que Rusia detenga sus ataques.
La reunión en Londres se da en un contexto internacional tenso. El miércoles, Zelenski y otros líderes europeos se reunieron en videoconferencia con Trump, donde subrayaron que cualquier acuerdo de paz debe incluir la participación activa de Kiev. El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que Trump accedió a considerar las garantías de seguridad como fundamentales en cualquier tratado.
Starmer describió la cumbre de Alaska como una «oportunidad viable» para avanzar hacia un cese de las hostilidades, pero advirtió que cualquier pacto debe respetar la integridad territorial de Ucrania. «Las fronteras internacionales no pueden ser cambiadas por la fuerza», enfatizó el primer ministro británico, insistiendo en que cualquier discusión sobre fronteras debe ir acompañada de garantías de seguridad sólidas y creíbles.
Además, Starmer no descartó la posibilidad de endurecer las sanciones contra el círculo cercano a Putin si las conversaciones en Alaska no conducen a avances significativos. Londres ha sido un defensor clave de Kiev, promoviendo la coalición de países dispuestos a respaldar la implementación de un acuerdo de paz.
Zelenski, tras su reunión en Berlín con el canciller alemán Friedrich Merz, utilizó su escala en Londres para coordinar posiciones ante la cita de Alaska. Los temas tratados incluyeron la ayuda militar del Reino Unido y la Unión Europea, así como la ratificación del «Acuerdo de asociación de los cien años» impulsado por Starmer.
El ambiente en el continente es de cauteloso optimismo. Trump ha declarado que buscará un alto el fuego y advirtió de «consecuencias severas» para Rusia si Putin no acepta finalizar la guerra. Sin embargo, tanto en Kiev como en las capitales europeas existe preocupación de que un acuerdo bilateral entre Washington y Moscú pueda dejar de lado sus intereses y amenazar la estabilidad regional. De ahí la necesidad de mensajes coordinados como los que Starmer y Zelenski escenificaron en Londres.
Este encuentro es un claro indicador de la importancia de la cohesión europea en el apoyo a Ucrania y una señal de los esfuerzos diplomáticos en curso para poner fin a la guerra. Los ojos del mundo están puestos en Alaska, donde se espera que la reunión de Trump y Putin defina el futuro del conflicto.
