Desarrollo urgente: El Reino Unido podría enfrentar una factura monumental de hasta £2 billones tras el reconocimiento unilateral de Palestina por parte de Keir Starmer. Aunque no existe una obligación legal inmediata, juristas advierten que este acto podría abrir la puerta a reclamaciones de reparaciones históricas.
La preocupación surge tras una reciente petición judicial presentada por grupos palestinos, respaldada por juristas internacionales, que acusan al Reino Unido de violaciones del derecho internacional durante su mandato en Palestina entre 1917 y 1948. Aunque esta reclamación aún no se ha traducido en sentencias, expertos consideran que podría establecer un precedente peligroso.
El ministro de Justicia y exministro de Exteriores, David Lammy, reconoció que este reconocimiento «no salvará una sola vida en Gaza», pero el Gobierno laborista defiende que se trata de un gesto «necesario». Mientras tanto, Israel ha expresado su indignación y Estados Unidos, bajo la administración de Trump, ha mostrado su descontento.
Columnistas como Stephen Glover, en el Daily Mail, alertan sobre posibles repercusiones económicas, comparando esta situación con el pago de £35.000 millones a Mauricio por las islas Chagos. «Si aquello fue una insensatez histórica, lo de Palestina podría ser una catástrofe económica», advierte Glover.
Este desarrollo es parte de un contexto global en el que Reino Unido, Canadá y Australia han formalizado simultáneamente su reconocimiento a Palestina como estado. La situación se desarrolla rápidamente y podría tener implicaciones significativas en las relaciones internacionales y la política de reparaciones.
La comunidad internacional estará atenta a las reacciones y posibles acciones legales que surjan de este reconocimiento. La presión sobre el Gobierno del Reino Unido aumenta, mientras los analistas evalúan las consecuencias de este gesto en un momento crítico para la región.
