Ryanair ha intensificado su ataque contra la gestión del tráfico aéreo en Europa, responsabilizando directamente al ministro español de Transportes, Óscar Puente, por los masivos retrasos en España. La aerolínea exige a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que proteja los sobrevuelos durante las huelgas de controladores aéreos franceses o, de lo contrario, que dimita por «no defender el mercado único aéreo».
En una carta abierta firmada por el CEO de Ryanair, Michael O’Leary, publicada el pasado martes, la compañía critica la inacción de la Comisión ante las huelgas que han dejado a más de 270,000 pasajeros afectados, con 1,500 vuelos cancelados entre el 3 y 4 de julio. O’Leary enfatiza que el 90% de estas cancelaciones podrían haberse evitado si se garantizara el derecho a sobrevolar el espacio aéreo francés durante los paros, como ocurre en otros modos de transporte.
«Von der Leyen declaró durante el Brexit que proteger el mercado único era su deber más importante. Si realmente lo es, debe actuar ahora. Si no va a defenderlo, debería dimitir», sentencia O’Leary. En su encuentro con periodistas en Dublín, también destacó que la Comisión ha gastado 20 millones de euros en el proyecto del Cielo Único Europeo sin resultados significativos, calificándolo de «completo gasto de tiempo y dinero».
La crítica de Ryanair se extiende a la gestión del tráfico aéreo en España, que junto a Francia, Alemania, Grecia y el Reino Unido, figura en la lista negra de los países que más retrasos generan. Entre enero y julio de este año, la aerolínea registró más de 18,000 retrasos en vuelos operados en territorio español, afectando a 3.2 millones de pasajeros. En contraste, países como Irlanda y Dinamarca han mantenido sus servicios de control aéreo con mínimas demoras.
Ryanair advierte que, sin un refuerzo inmediato de las plantillas de controladores, los retrasos en este verano podrían aumentar un 20%. A pesar de la gravedad de la situación, el ministro Puente no ha respondido públicamente a estas acusaciones.
La aerolínea irlandesa ha lanzado una campaña en redes sociales, señalando a varios ministros europeos como responsables de lo que han denominado «la Liga de los retrasos». O’Leary critica el modelo de gestión de los proveedores de control aéreo, describiéndolos como monopolios estatales que no se preocupan por los pasajeros ni las aerolíneas.
Ryanair exige que la Comisión Europea intervenga para establecer estándares mínimos de eficiencia y dotación de personal en los servicios de control aéreo de todos los países miembros. De no cumplirse, propone abrir el sector a la competencia para mitigar los cuellos de botella que afectan gravemente a los pasajeros cada verano.
