Ryanair ha anunciado una drástica reducción de rutas y operaciones en Francia, Alemania, Austria y los países bálticos, lo que afectará a cientos de miles de pasajeros. Esta medida se debe principalmente al aumento de tasas e impuestos aeroportuarios que la aerolínea considera anticompetitivos, lo que la ha llevado a reestructurar su red de vuelos en Europa.
En Francia, la aerolínea cesará operaciones en tres aeropuertos: Bergerac, Brive y Estrasburgo, además de eliminar 25 rutas, lo que representa una reducción de 750,000 plazas o el 13% de su oferta. Similarmente, en Alemania, se esperan recortes de 800,000 plazas este invierno, afectando a nueve aeropuertos donde los costos son considerados excesivos.
La situación se agrava en los países bálticos, donde Ryanair ha reducido su capacidad en Riga (Letonia) en 160,000 asientos y ha cancelado siete rutas internacionales debido al incremento de tarifas. En Lituania y Estonia, la aerolínea también limitará su actividad, con reducciones del 30% y 40% respectivamente.
Ryanair tiene claro que su objetivo es desplazar su capacidad hacia países con menores tarifas, como Italia, Suecia, Hungría y Polonia. En España, la compañía ya ha recortado tres millones de asientos, exigiendo una rebaja significativa en las tarifas de Aena, que aumentará un 6.5% en 2026.
Estas decisiones no solo impactan las operaciones de Ryanair, sino que también generan preocupación entre los viajeros y las autoridades locales que dependen del turismo. La situación se complica aún más por la falta de aviones, ya que la aerolínea tiene dificultades por los retrasos en las entregas de Airbus y Boeing.
Los recortes se están llevando a cabo en un contexto donde Ryanair ha admitido que todos sus vuelos son rentables, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación. Las acciones de la aerolínea provocan interrogantes sobre el futuro de la conectividad aérea en Europa y las tarifas que los pasajeros tendrán que afrontar en los próximos meses.
En los próximos días, se espera que Ryanair continúe ajustando su red de operaciones en respuesta a la presión económica y los cambios en las políticas aeroportuarias, lo que podría llevar a más cancelaciones y una reestructuración completa de su modelo de negocio en Europa.