Nueva información confirma que el yacimiento de **Melque**, ubicado en **San Martín de Montalbán**, es fundamental para entender el alto medievo en la península. **María Ángeles Utrero Agudo**, arqueóloga de la **Escuela de Estudios Árabes**, lidera un equipo multidisciplinario que ha estado trabajando en el sitio durante cuatro años, descubriendo estructuras monásticas que revelan la importancia histórica de este enclave.
Las excavaciones recientes han establecido que las estructuras de Melque y la iglesia son del mismo periodo, desafiando la percepción de que este lugar solo era un simple monasterio. El equipo ha encontrado restos cerámicos que demuestran que **Melque** no puede ser clasificado como visigodo, sino como una construcción cristiana en una época islámica, lo que plantea nuevas preguntas sobre su función y administración bajo la autoridad musulmana.
«Cuando se descubrió hace más de un siglo, solo mirábamos a la iglesia. Ahora nuestro foco se ha abierto», explica Utrero, resaltando que el monasterio también actuaba como un enclave económico. Gracias a las ayudas de varias instituciones, incluyendo la **Junta de Comunidades** y la **Universidad Complutense de Madrid**, estos investigadores han reactivado un sitio que había estado estancado en su exploración arqueológica.
Este año, el equipo ha asegurado un proyecto europeo de **cinco años** para estudiar Melque y otros monasterios de **Al-Andalus**, ubicados en **Mérida**, **Córdoba**, **Guadix** y **Mértola** (Portugal). Utrero señala que estos lugares tienen fundaciones visigodas que han perdurado y están relacionadas con la llegada del Islam, desafiando la narrativa tradicional de que los cristianos huyeron ante el avance árabe.
Los hallazgos indican que los primeros habitantes de Melque realizaron un estudio del territorio, construyendo cuatro presas y aprovechando recursos cercanos. Sin embargo, la comunidad no parece haber perdurado más de un siglo, a pesar de sus aparentes recursos. «Esto no significa que el lugar se abandonase», aclara Utrero, quien destaca que el sitio ha estado en un estado de semirruina, siendo reocupado a lo largo de los siglos.
Las excavaciones recientes han revelado estructuras hidráulicas inéditas, las cuales son clave para comprender el funcionamiento económico y social del monasterio. «Melque es la punta del iceberg y es la primera de muchas cosas que hay que explicar», afirma Utrero, quien también destaca la importancia de conservar y visibilizar los hallazgos.
El equipo busca que las excavaciones se integren en el itinerario visitable gestionado por la **Diputación de Toledo**, enriqueciendo así la experiencia de los visitantes y resaltando la relevancia del sitio. Aunque la investigación avanza lentamente, Utrero enfatiza que hay muchas preguntas por responder sobre la historia de Melque y su papel en la península durante el alto medievo.
A medida que continúan las excavaciones, la comunidad científica espera resolver los múltiples enigmas que rodean este yacimiento, que se ha convertido en un tesoro en sí mismo, atrayendo la atención de historiadores y arqueólogos por igual.
