Desarrollo urgente: La salud de Pablo Grillo, fotoperiodista herido el 12 de marzo por un disparo de gas lacrimógeno, sigue siendo crítica. Grillo fue impactado en la cabeza por una granada lanzada directamente por el cabo primero Héctor Guerrero durante una represión ordenada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, contra una movilización pacífica.
Recientemente, se informó que Grillo fue sometido a una cirugía para colocar una prótesis craneal, pero su recuperación no avanza como se esperaba. Un informe médico indica que el ventrículo cerebral derecho muestra una dilatación preocupante, lo que puede generar acumulación asimétrica de líquido cefalorraquídeo, poniendo en riesgo su salud. Además, se identificaron fallas en la válvula que regula la presión del líquido, lo que ha llevado a los médicos a proceder con una incisión de emergencia para evitar daño neurológico mayor.
A pesar de las complicaciones, su familia reporta señales positivas, como un leve retorno de movilidad y gestos que sugieren un funcionamiento cognitivo. Sin embargo, enfrenta serias dificultades para deglutir, lo que requiere atención especializada y rehabilitación continua.
En el ámbito judicial, la investigación sobre el intento de homicidio agravado está a cargo de la jueza María Servini, con el fiscal Eduardo Taiano supervisando el caso. Las pruebas indican que Guerrero disparó intencionalmente, contradiciendo la narrativa de accidente presentada por las autoridades. Gracias al trabajo del colectivo Mapa de la Policía, se identificó la trayectoria del proyectil, confirmando que el disparo fue horizontal y directo.
La causa avanza lentamente; Guerrero fue citado a indagatoria casi seis meses después del ataque, lo que ha generado indignación entre la familia de Grillo y organizaciones de derechos humanos como CELS y la Liga Argentina por los Derechos Humanos. Exigen la inmediata imputación del gendarme por tentativa de homicidio agravado, alegando que la evidencia presentada por Gendarmería fue manipulada.
La familia y colegas de Grillo continúan denunciando no solo el ataque, sino también la ineficiencia del sistema judicial. A medida que el gobierno intenta justificar la represión del 12 de marzo, se hace evidente que la acción fue planificada y ejecutada con total desprecio por los protocolos de seguridad.
Desde La Izquierda Diario, seguimos exigiendo justicia para Pablo Grillo y la aclaración de todas las responsabilidades políticas. Su lucha es nuestra lucha, y la denuncia de la represión sistemática por parte del gobierno de Milei y Bullrich debe ser constante.