NUEVAS DECLARACIONES: Óscar Berman, exdirigente del PP catalán, ha lanzado una dura crítica contra Xavier García Albiol, calificándolo de “populista mediocre, sin ideas y sin principios” tras su reciente apoyo al Pacto Nacional por la Lengua en el Ayuntamiento de Badalona.
Esta polémica surge luego de que Albiol promoviera una moción respaldando el pacto en cuestión, lo que provocó una reacción inmediata de su partido, que desautorizó la decisión, señalando que contradecía la política oficial del PP, que defiende la enseñanza en español en el sistema educativo.
El apoyo de Albiol al pacto, que para muchos constitucionalistas implica una exclusión del castellano, ha generado una ruptura evidente con la línea oficial del PP. Berman, exconcejal en Palafolls, argumenta que este tipo de populismo vacía la política de dignidad y socava la confianza ciudadana.
“Albiol ha construido su carrera sobre la demagogia y el oportunismo”, afirma Berman, quien critica la falta de coherencia del actual liderazgo del PP en Cataluña. A pesar de que Albiol ha intentado matizar su apoyo, indicando que solo respalda «algunos puntos» del pacto, esta ambigüedad ha generado confusión y presión dentro del partido.
La dirección del PP catalán ha dejado claro que rechaza la política lingüística del pacto, lo que pone de manifiesto la incoherencia y la falta de un mensaje claro en la formación. Berman argumenta que esta situación puede intensificar tensiones sociales y polarizar aún más a la sociedad.
Albiol, que ha sido criticado por su falta de principios, parece aprovechar el miedo y la frustración de la ciudadanía para consolidar su poder local. “Su falta de escrúpulos lo convierte en un político peligroso”, advierte Berman, enfatizando que lo que necesita Badalona es un liderazgo basado en valores y respeto, no en ruido y división.
Berman concluye que lo que representa Albiol es, en realidad, el problema y no la solución, subrayando que su populismo es un engaño que erosiona la política. Este llamado a la reflexión resuena en un contexto donde la política catalana enfrenta desafíos significativos en la búsqueda de consensos reales.
La controversia continúa desarrollándose, y se espera que la presión interna en el PP catalán aumente, lo que podría tener repercusiones en la estrategia del partido en el futuro cercano.