La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha respondido con firmeza a la reciente solicitud de dimisión planteada por la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), afirmando que está «absolutamente alejada de la realidad». Durante una atención a medios esta semana en la Universidad de Málaga, Montero expresó que puede «entender» la preocupación de los inspectores si consideran las «barbaridades» que se publican en la prensa sobre la financiación autonómica.
La petición de dimisión de Montero fue impulsada por la IHE, que argumenta que es «imposible» aplicar el acuerdo de financiación singular entre el Gobierno de España y la Generalitat catalana, advirtiendo que este pacto podría llevar a la «desaparición del Estado» si se extiende a otras comunidades autónomas. En respuesta, Montero subrayó que estos temores son infundados y que la estrategia del Ministerio de Hacienda no incluye destruir la Agencia Tributaria ni quitar competencias a los inspectores.
Montero destacó que su gestión ha fortalecido la lucha contra el fraude fiscal, aumentando las plantillas de la Agencia Tributaria y mejorando las condiciones laborales de los inspectores. «Es fundamental que ellos sepan que el equipo del Ministerio es solvente y no llevará a cabo lo que algunos medios sugieren», concluyó la ministra, reforzando su compromiso con una administración pública efectiva y transparente.
Este intercambio ocurre en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, especialmente en lo que respecta a la financiación. Las declaraciones de Montero buscan calmar las inquietudes de los inspectores y reafirmar la estabilidad del Ministerio en un momento crucial para la política española. Mientras tanto, la atención se centra en cómo se desarrollará esta controversia y su impacto en la administración fiscal en el país.