Desarrollo urgente: Mercedes F1 enfrenta una grave crisis de rendimiento esta temporada, según el director del equipo, Toto Wolff, quien advirtió que el nuevo modelo podría acabar “en un cesto de basura” si no se realizan mejoras inmediatas.
La escudería comenzó la temporada 2025 con resultados prometedores, pero los problemas de motor han dejado a los pilotos sin opciones competitivas en varias carreras. Wolff, en declaraciones recogidas por la web oficial de la F1, subrayó que las actualizaciones no han funcionado como se esperaba: “Si no funciona, hay que volver al mundo analógico y ponerlo en el coche y ver qué hace”.
El impacto de estos problemas se ha sentido especialmente en Andrea Kimi Antonelli, quien había comenzado la temporada con un gran rendimiento. Los inconvenientes en su monoplaza han enfriado su ascenso, afectando las posibilidades de Mercedes en la clasificación de constructores, donde necesitan recuperar su ventaja sobre Ferrari.
Wolff también mencionó que una actualización reciente en Imola provocó inestabilidad en el coche, lo que desconfió a los pilotos y ha llevado tiempo resolver. “Generó algo, permitió que algo más se infiltrara en el coche y eso fue una inestabilidad”, declaró el austriaco.
A pesar de una victoria y un tercer puesto en el Gran Premio de Canadá, donde se desató un optimismo en el equipo, Wolff admitió que la celebración fue prematura. “Pensamos que quizás no sea tan grave y llegamos a la conclusión de que necesita mejorar”, comentó, enfatizando la necesidad urgente de ajustes.
Por su parte, George Russell logró volver al podio en el Gran Premio de Hungría después de tres fines de semana sin hacerlo, lo que es crucial para su futuro en el equipo. Antonelli, tras varios días difíciles, también consiguió sumar puntos, algo que no lograba desde su tercer puesto en Montreal.
Los equipos de F1 están en un momento crítico, ya que todos buscan estar en plenas condiciones ante los cambios de reglamento que se avecinan. La unidad de potencia de Mercedes no está mostrando la fiabilidad habitual, y cualquier fallo podría poner en riesgo sus aspiraciones para el próximo año.
Con el parón veraniego a la vista, ambos pilotos tendrán la oportunidad de descansar y prepararse para la segunda mitad de la temporada. La presión está sobre Mercedes para que realice las mejoras necesarias y recupere la competitividad que los ha caracterizado en el pasado.
La situación en Mercedes F1 es un recordatorio del delicado equilibrio en el mundo de la Fórmula 1, donde cada detalle puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Todos los ojos estarán puestos en cómo el equipo abordará estos retos en las próximas semanas.
