El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla ha anunciado que los menores migrantes no acompañados serán trasladados a la península en un plazo de cuatro meses. La consejera de Políticas Sociales, Randa Mohamed, informó a los medios que, tras solicitar la declaración de contingencia migratoria, todos los menores que lleguen a Melilla tendrán un periodo de quince días para ser reubicados.
Este anuncio se produce en un contexto de creciente tensión, ya que el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, expresó su comprensión hacia el descontento de otras comunidades gobernadas por el PP, quienes han criticado el reparto desigual de menores establecido por el Gobierno de España. Imbroda denunció que el Ejecutivo central ha «sucumbido al chantaje de separatistas e independentistas», excluyendo a regiones como Cataluña y País Vasco del proceso de distribución.
La situación en Melilla ha sido complicada, con el Gobierno local defendiendo la necesidad de la contingencia migratoria debido al impacto que ha tenido la llegada masiva de menores extranjeros no acompañados en la ciudad. Las autoridades exigen al Gobierno central «lealtad institucional, orden y transparencia» en la gestión de este fenómeno migratorio.
Este traslado de menores se considera un paso crucial para aliviar la presión en Melilla, pero también plantea interrogantes sobre el futuro de estos jóvenes y cómo se gestionará su integración en la península. La comunidad espera que se implementen políticas más efectivas para abordar de manera integral el fenómeno migratorio en el país.
En las próximas semanas, se observará con atención cómo se desarrollan los planes de reubicación y si se logran establecer acuerdos que garanticen el bienestar de los menores. La situación sigue siendo crítica y se espera que el Gobierno central responda a las demandas de los gobiernos locales en relación con la migración.