Las calles de Trelew, Pto. Madryn, Comodoro y Esquel se llenaron de manifestantes en una respuesta contundente a los vetos presidenciales de Javier Milei que afectan gravemente la atención pediátrica en el Hospital Garrahan y el financiamiento de las universidades públicas. Esta movilización, que se desarrolló esta semana, representa un rechazo masivo y organizado a las políticas de ajuste que, según los manifestantes, perjudican la salud y la educación en el país.
Las manifestaciones, que abogan por la defensa de la salud pública y el acceso a la educación, lograron una significativa victoria en la Cámara de Diputados, donde las propuestas de Milei fueron derrotadas por la presión social. La comunidad, incluidos jubilados y personas con discapacidad, se ha movilizado enérgicamente en los últimos meses, desafiando la represión y exigiendo cambios inmediatos.
En Chubut, la resistencia ha sido palpable, con paros docentes y no docentes que han revitalizado el debate sobre la importancia de un sistema educativo robusto y accesible. Las recientes victorias en el Congreso han encendido un nuevo fervor entre los manifestantes, quienes demandan un paro nacional y un plan de lucha que expulse las políticas de austeridad impulsadas por el FMI y el gobierno actual.
El llamado a la acción es claro: no se trata de esperar un cambio en 2027, como sugieren algunos sectores, sino de intensificar la movilización social para crear un impacto inmediato. Las organizaciones sindicales, como la CGT y la CTA, enfrentan una creciente presión para organizar un paro nacional que respalde este movimiento.
Este clamor por justicia social y derechos fundamentales resuena en todo el país, generando un sentido de urgencia entre los ciudadanos. Las próximas horas serán cruciales, ya que la comunidad continúa su lucha por un futuro donde la salud y la educación sean derechos garantizados para todos. Las acciones de hoy no solo son una respuesta a las decisiones de Milei, sino un llamado a la unidad y la resistencia frente a un ajuste que muchos consideran inaceptable.
La situación sigue evolucionando, y mientras las movilizaciones se intensifican, los ojos están puestos en las decisiones que tomarán tanto el gobierno como las organizaciones sociales en los próximos días. La lucha por un sistema de salud y educación accesible y de calidad continúa, y el impacto de estas protestas podría definir el rumbo político del país en el corto plazo.
