Más de 100 personas se han congregado hoy en el exterior del pabellón deportivo Santiago Martín en La Laguna para protestar contra la participación del equipo israelí Bnei Herzliya en un partido de la Liga de Campeones de baloncesto, que han calificado de “ilegal”. La manifestación, organizada por el colectivo BDS y otras organizaciones solidarias con Palestina, busca expresar su “más absoluto rechazo” a un encuentro que, según ellos, representa un intento de Israel de lavar su imagen mediante el deporte.
Gonzalo Rodríguez, miembro del colectivo BDS, declaró a los medios que esta protesta es un llamado a la conciencia sobre las acciones de un Estado que, según afirma, “viene cometiendo crímenes de lesa humanidad desde hace más de 77 años”. Los manifestantes, que portaban pancartas con lemas como “Stop sportwashing. Boikot a Israel”, denunciaron lo que consideran una “ocupación violenta” de los territorios palestinos.
La protesta se desarrolló sin incidentes significativos, a pesar de la presencia de un dispositivo de vigilancia compuesto por Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil, ya que el partido había sido declarado de alto riesgo y se disputó a puerta cerrada. Durante la concentración, los asistentes también alzaron banderas palestinas y canarias, coreando consignas como “El sionismo, eso sí que es terrorismo” y “Israel asesina, Europa patrocina”.
Los organizadores consideran que las instituciones deportivas están alineándose con el sionismo y que este evento intenta ocultar la realidad que vive Palestina, donde muchos deportistas sufren graves violaciones de derechos humanos. Con esta manifestación, los protestantes esperan dar visibilidad a su rechazo al lavado de cara de un Estado que consideran genocida y demostrar que el boicot a la ocupación puede ser una herramienta significativa en su lucha.
La situación en el deporte palestino es crítica, con informes de deportistas asesinados o desaparecidos, lo que, según Rodríguez, convierte este partido en un acto paradójico. La comunidad canaria se une así a la lucha internacional por la justicia en Palestina, reafirmando que el boicot es un paso esencial hacia la conquista de los derechos de los palestinos.