DESARROLLO URGENTE: Martín Corera Izu ha dimitido como directivo del Club Atlético Osasuna menos de 24 horas después de su nombramiento, tras recibir un torrente de críticas por su postura proisraelí en medio de la actual crisis en Gaza. La decisión fue anunciada hoy en una reunión de la nueva Junta Directiva, encabezada por Luis Sabalza, quien asumió la presidencia del club en el estadio de El Sadar.
La dimisión de Corera Izu se produce tras la condena pública por parte de numerosos aficionados, quienes expresaron su desacuerdo con sus manifestaciones en redes sociales a favor de Israel, en un contexto de violencia y acusaciones de genocidio contra la población palestina. En un comunicado, la plataforma Sadar Bizirik, que agrupa a peñas y aficionados, exigió su renuncia, argumentando que no se puede permitir que personas que apoyan la estrategia militar israelí representen a Osasuna.
IMPACTO INMEDIATO: Este escándalo ha puesto en el centro del debate la responsabilidad social de los directivos deportivos y su influencia en la comunidad. Corera, quien eliminó su perfil en redes sociales en un intento por borrar su historial, había sido la única novedad en la recién proclamada Junta Directiva, que se presentó oficialmente el jueves.
La Junta Directiva ha aceptado la dimisión de Corera Izu, quien fue nombrado tras su experiencia como abogado y su papel como Secretario Judicial en Pamplona. En su lugar, se ha nombrado a Manuel Piquer Martín-Portugés, quien ya formó parte del club entre 2021 y 2025, para ocupar el cargo temporalmente mientras se busca un reemplazo definitivo.
La controversia ha generado un fuerte rechazo en el mundo del fútbol y más allá, ya que muchos consideran que la postura de Corera es incompatible con los valores del club. Con su salida, la nueva Junta Directiva queda conformada por Luis Sabalza, Manuel Piquer, César Muniain, Josetxo Pérez de Zabalza y José Andrés Burguete.
Los aficionados de Osasuna y diversas organizaciones continúan atentos a cómo se desarrollarán los próximos pasos del club en un contexto de creciente tensión y expectativas sobre su liderazgo. Este incidente ha resaltado la necesidad de una discusión más amplia sobre la ética y la responsabilidad en el deporte profesional, especialmente en tiempos de crisis global.
