Decenas de personas sordas de Galicia se han reunido en Lugo en una marcha urgente para reivindicar el derecho a la Lengua de Signos en el marco del **Día Internacional de las Personas Sordas**. La concentración, organizada por la **Federación de Asociaciones de Personas Xordas de Galicia (FAXPG)** y la **Asociación de Personas Sordas de Lugo (ASORLU)**, reunió a participantes que, a pesar del luto por el reciente fallecimiento de un edil, mantuvieron firme su mensaje de inclusión y visibilidad.
Los manifestantes recorrieron las calles de Lugo con banderas y pancartas, destacando que **“No hay derechos humanos sin el derecho a la lengua de signos”**, lema que guió la jornada. Aunque se cancelaron algunas actividades como el acto institucional y la batucada, la determinación de los asistentes fue palpable. La jornada culminó con la lectura de un manifiesto y una actuación artística en **Lengua de Signos Española**, que emocionó a los presentes.
La **Organización Mundial de la Salud** estima que cerca del **5%** de la población mundial presenta algún grado de sordera, lo que en Galicia representa aproximadamente **135,000 personas**. Sin embargo, muchas de estas personas enfrentan obstáculos significativos para acceder a la educación, empleo y participación social en igualdad de condiciones. Las principales demandas de la comunidad incluyen la implementación plena de la Lengua de Signos en los servicios públicos y más recursos de accesibilidad en la enseñanza.
La **FAXPG** subraya que la falta de apoyo y recursos limita la autonomía de miles de ciudadanos, destacando que aunque ha habido avances normativos, aún queda un largo camino por recorrer para asegurar que la sordera no sea una barrera para la plena participación en la sociedad gallega. La comunidad pide a las instituciones que actúen con más recursos para evitar situaciones de discriminación, enfatizando que la inclusión no se logra con gestos simbólicos, sino a través de políticas efectivas y un compromiso real de toda la sociedad.
La marcha de Lugo no solo es un llamado a la acción, sino una oportunidad para que la sociedad reconozca la importancia de la Lengua de Signos como patrimonio cultural y herramienta de inclusión. En el contexto actual, donde los derechos humanos son más relevantes que nunca, los participantes buscan crear conciencia y exigir cambios que impacten positivamente en sus vidas.
