Desesperación en La Asunción: los vecinos enfrentan inundaciones en sus hogares tras cinco años de obras de rehabilitación que aún no concluyen. La situación se ha vuelto insostenible para los residentes, quienes ahora deben lidiar con goteras y filtraciones que amenazan su bienestar, especialmente con el regreso de las lluvias.
Josefa, una vecina de 80 años, expresa su angustia: «Esto es un sinvivir, una pesadilla. He tenido que recoger agua que cae de mi techo durante toda la noche». La falta de finalización de las obras, iniciadas en 2020, ha dejado a muchos en condiciones deplorables, con techos dañados y problemas estructurales que no cesan.
La presidenta de la asociación vecinal, Verónica de la Flor, denuncia que «llevamos cinco años en una pesadilla» y que con cada lluvia, los problemas se agravan. La Junta de Andalucía realizó una auditoría de 17 de los 93 bloques afectados y reveló pérdidas superiores a 1,5 millones de euros. «Los materiales utilizados son de mala calidad, y las infraestructuras son deficientes», añade de la Flor.
Los vecinos han elevado su protesta al Parlamento Europeo y han realizado numerosas manifestaciones sin recibir respuestas satisfactorias. «El gobierno de Moreno Bonilla ha hecho promesas vacías, y la situación sigue igual», lamenta de la Flor, mientras la comunidad se siente atrapada en un ciclo de promesas incumplidas.
La comunidad teme por su seguridad. Las condiciones de las viviendas son precarias: goteras, humedades y cableado expuesto representan un riesgo inminente. La presidenta de la asociación vecinal asegura que la situación es crítica: «Esto no puede solucionarse con un parche; necesitamos una solución integral».
A pesar de que se prometió que las obras concluirían el 31 de diciembre, los residentes no han visto avances en meses. Mientras tanto, la frustración y la angustia crecen. «No sabemos qué más hacer», dice Josefa, reflejando el sentimiento de muchos en La Asunción.
El futuro inmediato de La Asunción sigue en la incertidumbre, y los vecinos esperan que las autoridades tomen acciones reales para resolver esta crisis que afecta sus vidas diariamente. La comunidad clama por respuestas y acciones concretas para poner fin a esta pesadilla que parece no tener fin.
