El 20 de agosto de 1940, un agente del estalinismo atentó contra el destacado líder de la revolución rusa, León Trotsky, en su residencia en Coyoacán, México. Este ataque fue un intento mortal que culminó en su muerte el 21 de agosto, marcando un hito oscuro en la historia política del siglo XX. A 85 años de este trágico evento, las reflexiones sobre su vida y legado cobran una relevancia más urgente que nunca.
Recientemente, el historiador de la UBA, Gabriel Piro, ofreció una perspectiva sobre las enseñanzas de Trotsky y su lucha contra las ideologías de la derecha y los fracasos de las alternativas reformistas que han llevado a la desmoralización en la actualidad. Piro destacó que las ideas de Trotsky siguen vigentes en la lucha contra la internacional reaccionaria, lo que resuena en los debates políticos actuales en varios países.
Trotsky, uno de los principales arquitectos de la revolución de 1917, fue un ferviente defensor del marxismo y crítico del estalinismo, lo que lo llevó a su exilio y finalmente a su asesinato. Su influencia en el pensamiento político y social contemporáneo es innegable, y su legado continúa inspirando a quienes buscan alternativas a los enfoques fallidos del pasado.
Este aniversario no solo rememora un asesinato político, sino que también invita a reflexionar sobre las luchas presentes y futuras. La figura de Trotsky se convierte en un símbolo en la búsqueda de justicia social y política, instando a nuevas generaciones a cuestionar y desafiar el status quo.
En las próximas semanas, se espera que se realicen eventos y conferencias en múltiples ciudades para conmemorar su vida y discutir su impacto duradero en la política global. La historia de León Trotsky no solo es un recordatorio del pasado, sino un llamado a la acción en el presente.
