Nuevo estudio confirma que las patatas fritas están directamente relacionadas con un incremento del 20% en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que las patatas horneadas, hervidas o en puré no presentan este riesgo, según la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. Publicado recientemente en el BMJ, este hallazgo es crucial para quienes buscan mejorar su salud.
Durante más de 30 años, los investigadores analizaron la dieta de 205,107 hombres y mujeres, registrando con precisión la frecuencia del consumo de diferentes tipos de patatas y otros alimentos. De estos participantes, 22,299 reportaron un diagnóstico de diabetes tipo 2, lo que proporciona un contexto alarmante sobre el impacto de la dieta en la salud.
El autor principal, Seyed Mohammad Mousavi, subraya que «nuestro estudio ofrece información más profunda al analizar diferentes tipos de patatas y sus métodos de cocción». Además, el estudio sugiere que reemplazar las patatas fritas por cereales integrales podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en un 19%.
Los investigadores llevaron a cabo un metaanálisis innovador, utilizando datos de 13 cohortes y más de 500,000 participantes, lo que refuerza la validez de sus conclusiones. El estudio destacó que consumir tres porciones semanales de patatas fritas está asociado con un aumento significativo en el riesgo de diabetes.
Los resultados son claros: optar por cereales integrales en lugar de patatas puede disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 en un 4%. Estos pequeños cambios en la dieta diaria pueden tener un impacto considerable en la salud pública, alertan los investigadores.
Con este nuevo enfoque, el mensaje es contundente: las decisiones alimenticias cotidianas pueden prevenir enfermedades crónicas. Queda claro que la manera en que consumimos las patatas puede marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad. La comunidad médica y los consumidores deben tomar nota de estos hallazgos para mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
