Desarrollo urgente: Las obras de los balnearios en Las Canteras se retrasarán hasta el 1 de diciembre de 2027, seis años más de lo previsto. Este nuevo retraso se debe a defectos estructurales descubiertos en las instalaciones durante inspecciones recientes, lo que ha obligado al Ayuntamiento a replantear la actuación.
La reforma de los balnearios es crucial para la resiliencia turística de Las Palmas de Gran Canaria, que ha enfrentado problemas de inseguridad y quejas de los trabajadores. El Ayuntamiento, bajo la gestión de Augusto Hidalgo, había firmado un convenio por un total de 3,05 millones de euros para mejorar la infraestructura de la ciudad, pero los plazos se han extendido debido a la ineficiencia administrativa.
Las obras inicialmente debían concluir en diciembre de 2021, pero tras dos prórrogas, el Ayuntamiento solicitó más tiempo al Cabildo de Gran Canaria ante la incapacidad de avanzar en los proyectos. Las nuevas inspecciones revelaron un deterioro significativo en las estructuras de los balnearios de Tomas Miller y La Puntilla, lo que exigió un rediseño integral.
Los fondos destinados a la mejora de la infraestructura se han reconfigurado, concentrándose ahora en los proyectos de Tomas Miller, con una inversión de 1,47 millones de euros, y La Puntilla, que recibirá 1,54 millones de euros. Sin embargo, esto ha dejado fuera otros proyectos de menor prioridad, como la mejora del entorno de las piscinas de La Laja.
Desde el Ayuntamiento se asegura que el balneario de Tomas Miller está más avanzado y se planea adjudicar la obra en el primer semestre de 2026. A su vez, se activará un puesto de la Policía Local y un área para Cruz Roja en la zona.
El portavoz de Coalición Canaria, David Suárez, ha denunciado la situación “límite” en la que se encuentran los balnearios, describiendo un panorama de “precaria realidad” con plagas y malos olores, lo que pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los visitantes.
Las autoridades locales ahora enfrentan la presión de cumplir con los nuevos plazos y garantizar que las condiciones de los balnearios mejoren, mientras la comunidad espera pacientemente la llegada de cambios significativos en la infraestructura turística de esta emblemática playa.
Con este nuevo plan, la ciudad no solo busca mejorar la experiencia de los turistas, sino también asegurar un entorno seguro y accesible para todos. La próxima fase de este proyecto será observada de cerca por los ciudadanos y las autoridades, quienes desean ver avances concretos en los próximos años.
