Nuevo informe revela que el dolor de espalda se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta a más del 80% de la población. La correcta postura es crucial para prevenir esta dolencia, que no solo limita la calidad de vida, sino que también requiere atención inmediata.
Durante años, hemos ignorado la higiene postural en nuestras rutinas diarias: desde cómo nos sentamos frente al ordenador hasta cómo cargamos objetos. Olga Fernández, experta en reeducación postural y creadora del Método EDP®️, destaca que la mayoría de los dolores de espalda no necesitan medicamentos, sino una educación del movimiento.
“No se trata de imponer una postura rígida, sino de devolver al cuerpo su capacidad de moverse con libertad y eficiencia”, afirma Fernández. Su método se centra en la activación de las cadenas musculares profundas, esenciales para sostener la columna vertebral. Este enfoque no solo alivia el dolor, sino que también enseña al cuerpo a prevenirlo.
En una sociedad cada vez más sedentaria, la atención a la espalda es más urgente que nunca. Estudios recientes muestran que las personas que implementan la reeducación postural experimentan menos rigidez y más fuerza. Trabajadores de oficina, deportistas y personas mayores están recuperando movilidad y seguridad en su día a día gracias a prácticas accesibles y ejercicios sencillos.
Es alarmante que la mayoría de nosotros solo prestemos atención a nuestra espalda cuando ya duele, llevando a un ciclo de analgésicos y visitas al fisioterapeuta que solo ofrecen alivio temporal. La inversión en prevención y educación postural es fundamental para asegurar una vida activa y sin dolor a medida que envejecemos.
La buena noticia es que nunca es tarde para comenzar a corregir los hábitos posturales. Con el apoyo de expertos como Fernández y el Método EDP®️, es posible transformar la forma en que nos relacionamos con nuestro cuerpo y asegurar una mejor calidad de vida en el futuro.
A medida que la conciencia sobre la importancia de la postura crece, se hace evidente que cuidar de nuestra espalda no es solo cuestión de comodidad, sino una inversión vital en nuestra salud y bienestar.