Nuevos informes confirman que la prensa estadounidense está lanzando alarmas sobre la situación política en España, describiendo al presidente Pedro Sánchez como un dictador de extrema izquierda que está socavando la democracia del país. El artículo publicado en The American Spectator critica a Sánchez por sus maniobras políticas y su aparente control sobre diversas instituciones.
El medio, editado en Washington, argumenta que Sánchez ha “robado la democracia a España, delante de nuestras narices”, destacando su fracaso electoral y las controversiales decisiones que ha tomado, como la amnistía a los independentistas catalanes involucrados en el golpe de Estado de 2017. “Sánchez ha vendido la nación a los caprichos de quienes dieron el golpe”, dice el artículo.
Además, se menciona que el presidente está utilizando tácticas de lawfare para perseguir a jueces que defendieron la legalidad durante la crisis catalana, lo que podría tener graves implicaciones para el Estado de Derecho en el país. “España ha dejado de ser un Estado de Derecho”, advierte el medio estadounidense.
El artículo también pone de relieve los vínculos de los socios de Sánchez con Hamas y la intrusión de elementos del brazo político de ETA en el gobierno, lo que ha generado preocupación entre los ciudadanos españoles. La percepción general es que la oposición a las políticas de Sánchez está creciendo, con una mayoría rechazando sus pactos que, según ellos, favorecen a los independentistas catalanes.
“Se perdonan los delitos si eres independentista catalán”, critica el artículo, comparando la situación actual con la de Venezuela bajo el liderazgo de Chávez y Maduro. Se alega que Sánchez ha preparado un golpe de Estado desde hace meses, colonizando instituciones clave como el Congreso y el Tribunal Constitucional.
A pesar del rechazo de millones de españoles, el artículo concluye que “esta gran nación está en manos de un dictador socialista dispuesto a cualquier cosa para no perder el poder”, lo que genera un clima de incertidumbre y preocupación en la sociedad. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos y sus posibles repercusiones.
La situación en España es crítica y se intensifica, con la esperanza de que la oposición y la comunidad internacional puedan intervenir antes de que la democracia en el país se vea comprometida de manera irreversible.