Desarrollos impactantes: La periodista Maribel Vilaplana ha roto su silencio respecto a su comida con el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, el 29 de octubre, el mismo día del devastador fenómeno meteorológico conocido como DANA que dejó 228 muertos en la provincia de Valencia.
Vilaplana declaró que «estar allí aquel día fue una maldita coincidencia y un horrible golpe de mala suerte», enfatizando la angustia que ha experimentado desde entonces. En una carta abierta, la periodista reveló que ha lidiado con una «presión insoportable» durante los últimos diez meses, convirtiéndose en «una diana utilizada políticamente» y víctima de insinuaciones machistas que la llevaron a un ingreso hospitalario. Actualmente, está en tratamiento psicológico por estrés postraumático.
La periodista aseguró que durante la comida con Mazón, que finalizó alrededor de las 18:00h, no participó ni conoció el contenido de las llamadas que el presidente recibió, y que tampoco le transmitió «ninguna inquietud al respecto». Salió del restaurante entre las 18:30h y las 18:45h, sin tener conocimiento de la tragedia que se desarrollaba en ese momento.
Este pronunciamiento llega en un contexto donde la presión mediática ha sido intensa, generando un debate sobre la responsabilidad y las coincidencias en momentos críticos. La situación de Vilaplana refleja no solo su lucha personal, sino también las implicaciones más amplias de la política y el machismo en los medios de comunicación.
A medida que la historia sigue desarrollándose, muchos se preguntan cómo esta experiencia afectará a Vilaplana y a su carrera en el periodismo, así como las consecuencias políticas para Mazón tras esta revelación.
Las reacciones del público y de las autoridades están surgiendo rápidamente, y se espera que este tema continúe generando discusión en los próximos días. La situación es un recordatorio de la fragilidad de la vida y el impacto que las decisiones y coincidencias pueden tener en momentos de crisis.