El Informe 2025 de The Lancet Countdown on Health and Climate Change, elaborado por expertos de la University College de Londres, ha denunciado que la inacción frente al cambio climático está causando millones de muertes cada año. Este informe, publicado en el contexto de la 30.ª Conferencia de las Partes (COP), advierte sobre las graves amenazas a la salud pública derivadas del aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos.
La evaluación más completa hasta la fecha sobre la relación entre el cambio climático y la salud, que involucra a 128 expertos de 71 instituciones académicas y agencias de la ONU, revela un panorama alarmante. Las nuevas métricas incluyen registros de muertes por calor extremo y humo de incendios forestales, así como el impacto de la contaminación en la salud global.
Impacto devastador en la salud pública
El informe de este año destaca que las condiciones climáticas extremas han cobrado la vida de millones de personas, con un aumento significativo en las muertes relacionadas con el calor. Según la doctora Marina Romanello, directora ejecutiva de The Lancet Countdown, «la destrucción de vidas y medios de subsistencia seguirá aumentando hasta que pongamos fin a nuestra adicción a los combustibles fósiles».
En 2024, se registró un récord de 16 días calurosos adicionales con un impacto devastador, especialmente en poblaciones vulnerables. Se estima que las personas menores de un año y mayores de 65 experimentaron un aumento del 389% y 304% en días de ola de calor, respectivamente.
Desafíos económicos y medioambientales
Además del impacto en la salud, el cambio climático está provocando pérdidas económicas significativas. En 2024, la exposición al calor resultó en una pérdida de 639 000 millones de horas de productividad laboral, lo que equivale a unas pérdidas de ingresos de aproximadamente 1,09 billones de dólares estadounidenses, es decir, casi el 1% del PIB mundial.
El informe también señala que los subsidios a los combustibles fósiles están exacerbando la crisis climática, con un gasto global de 956 000 millones de dólares en 2023, lo que supera los presupuestos nacionales de salud en varios países. Este gasto, destinado a mantener la energía asequible, contrasta con los 300 000 millones de dólares anuales comprometidos en la COP29 para apoyar a los países más vulnerables.
Es urgente que todos los sectores de la sociedad asuman un papel activo en la lucha contra el cambio climático, implementando soluciones que beneficien tanto a la salud pública como al medio ambiente. La transición hacia energías limpias y dietas más sostenibles es fundamental para reducir la contaminación y salvar vidas.
