Los incendios forestales en la Amazonía están provocando una crisis ambiental, social y económica de grandes proporciones. Este martes, varios expertos alertaron sobre los costos enormes de la inacción ante este problema, instando a adoptar enfoques integrales que prioricen la prevención y la preparación. Entre ellos, Daniel Segura, gerente del Programa Amazónia Sin Fuego en Ecuador y representante de la Red Amazónica de Manejo Integral del Fuego (RAMIF), participó en un webinar moderado por Mark Moroge, líder de estrategia global del Fondo de Defensa Medioambiente (EDF).
Durante su intervención, Segura subrayó que el costo de no implementar acciones preventivas en relación a los incendios forestales es un tema fundamental. En 2024, los incendios destruyeron el 60 % de los bosques tropicales maduros perdidos en América Latina, con un área quemada 142 % mayor que en 2023. Este impacto afecta a más de 34 millones de personas, incluidos 420 pueblos indígenas, que enfrentan riesgos para su salud y sus medios de vida, además de liberar 1,15 gigatoneladas de CO2, superando todas las emisiones de combustibles fósiles de América del Sur en 2023.
La necesidad de una gestión integral
Segura enfatizó que dentro del ciclo de gestión de incendios, es vital trabajar en las primeras etapas, como conocer el riesgo y prepararse adecuadamente. Desde la RAMIF, se han impulsado elementos clave para abordar esta problemática, incluyendo la preparación para enfrentar incendios que, según proyecciones, serán cada vez más recurrentes, intensos y severos. La creación de políticas públicas efectivas, una mejor comunicación y la promoción de mecanismos financieros son fundamentales para gestionar tanto los costos directos como los indirectos que acarrean estos desastres.
El experto lamentó la habitual imagen de aeronaves lanzando agua sobre los incendios, afirmando que «cuando un helicóptero lanza agua, lo que está lanzando es dinero». Resaltó que un territorio se vuelve resiliente a los incendios forestales cuando se invierte en prevención, destacando que el mensaje de la RAMIF es construir comunidades adaptadas a escenarios de mayor riesgo.
Colaboración internacional y cambio de paradigma
Por su parte, Amy Duchelle, colíder del Centro Global para la Gestión de Incendios, explicó que este organismo, creado en 2023 por la FAO y el PNUMA, tiene como objetivo reunir socios clave para fortalecer las capacidades de los países en la gestión integrada de incendios. Duchelle enfatizó que «los incendios no respetan fronteras» y abogó por la colaboración internacional para mitigar los efectos negativos de los incendios, así como para mantener el papel ecológico y cultural del fuego.
En cuanto a la formulación de políticas, Duchelle destacó que «la financiación es un aspecto transversal» en todos los pilares de la gestión de incendios. Considera imprescindible un «cambio de paradigma» que pase de un enfoque centrado únicamente en la supresión de incendios hacia uno que valore la prevención y la preparación. Según ella, es necesario un enfoque más integral que considere todos los aspectos de esta problemática.
La creciente crisis de incendios en la Amazonía pone de manifiesto la urgencia de actuar y de invertir en estrategias que aseguren un futuro más sostenible para la región y sus habitantes.
