María Aguéndez, escritora e ilustradora, lanza su nueva novela, ‘Casas limpias’, que examina la incomodidad de la desigualdad social contemporánea. Esta obra, publicada por Temas de hoy, invita a los lectores a reflexionar sobre la realidad del trabajo doméstico y su relación con el paternalismo y los prejuicios en la sociedad actual.
Aguéndez, nacida en Zaragoza en 1990, revela que la idea de la novela surgió de una conversación en una cena, donde notó que sus amigos no tenían el número de teléfono de la persona que limpiaba sus casas. Esta situación, que la autora considera “muy fuerte”, desata un interesante debate sobre las percepciones de género en el trabajo doméstico y la responsabilidad compartida.
La escritora plantea si el trabajo de la limpieza otorga estatus social y cómo el paternalismo se esconde tras las buenas intenciones. “El prejuicio te lleva al paternalismo”, afirma Aguéndez, subrayando que a menudo, intentar ser empático puede resultar en una actitud condescendiente.
En su novela, la protagonista lucha por alcanzar un equilibrio en el hogar, enfrentándose a la constante sensación de que la mujer es quien asume la mayor carga. Aguéndez destaca que “ojalá un equilibrio y una igualdad” se logren en el ámbito doméstico, aunque la realidad indica que muchas veces es la mujer quien siente que hace más que su pareja.
La escritora también toca el tema del juicio social, afirmando que todos se preocupan por lo que piensan de ellos. La protagonista se siente atrapada en una clase social que la limita, lo que refleja la presión que muchos sienten en su vida cotidiana.
Además, Aguéndez señala que en la búsqueda de un trabajo “mejor”, no siempre se traduce en mayores ingresos, lo que genera una sociedad acomplejada que se compara constantemente. “Estamos muy perdidos y muy acomplejados”, apunta.
La novela ‘Casas limpias’ ya está disponible y promete abrir un debate crucial sobre temas de género, privilegio y la realidad del trabajo doméstico. Aguéndez nos recuerda que más allá de ser una buena feminista, lo esencial es ser “buena persona” en un mundo donde la desigualdad continúa siendo un tema candente.