Nuevos informes confirman que la demolición del icónico Hotel Neptuno en Bajamar está a punto de comenzar, tras la adjudicación del contrato por 395,000 euros. Este importante paso fue anunciado por el Ayuntamiento de La Laguna, que ha respondido a una demanda histórica de los vecinos de la comarca nordeste.
El proyecto, que implica la demolición total del edificio principal y del complejo anexo, comenzará tan pronto como se complete el Plan de Salud y Seguridad, actualmente en elaboración. Se espera que la intervención, que incluye la eliminación de la piscina, el restaurante y 15 bungalows, se realice de manera controlada y con estrictas medidas de seguridad.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutierrez, enfatizó que este esfuerzo no solo busca mejorar la seguridad del entorno, sino también dignificar un espacio costero que ha estado en el abandono durante años. “Estamos cumpliendo con un compromiso histórico de la ciudadanía”, afirmó.
La adjudicación se realizó a la UTE formada por Construcciones y Excavaciones Erri-Berri SL y Construplan Construcciones y Planificación SLU, quienes fueron seleccionados tras un proceso de licitación que incluyó a nueve empresas. El contrato ahora permite el acceso al inmueble, gracias a una autorización judicial del Juzgado de lo Contencioso Administrativo no 3, que permitirá iniciar los trabajos después de años de trámites administrativos complicados.
El proyecto tiene un plazo de ejecución de seis meses y se organizará en coordinación con los servicios municipales e insulares. Esto incluye la programación de reuniones informativas con la ciudadanía para mantenerlos al tanto del proceso.
Desde su construcción en 1959, el Hotel Neptuno ha estado en un estado de deterioro crítico, declarado oficialmente en mayo de 2019. Su abandono y el conflicto legal prolongado han afectado negativamente la imagen de la zona y representado un riesgo para la seguridad de transeúntes y residentes.
La intervención se llevará a cabo subsidiariamente por parte del organismo autónomo, con el costo del proyecto a ser asumido por la sociedad propietaria del inmueble, que no ha tomado la iniciativa de realizar las obras de rehabilitación necesarias. Durante la ejecución, habrá restricciones de acceso y cortes de tráfico que serán comunicados con antelación a los ciudadanos.
Las autoridades locales han destacado que cualquier uso futuro del terreno deberá ajustarse a la normativa urbanística y ambiental vigente. “Estamos enfocados en resolver los problemas de seguridad y salubridad que esta construcción abandonada implica”, concluyó Adolfo Cordobés, concejal de Ordenación del Territorio.
Con esta acción, la Gerencia de Urbanismo y el Ayuntamiento de La Laguna reafirmaron su compromiso con la mejora del entorno urbano y la recuperación de espacios públicos para el disfrute de la comunidad.
