Desarrollo urgente: Más de 150 personas se han congregado esta mañana frente a la escuela “Primera Junta” en Caballito para protestar contra los recortes de grados impulsados por el Gobierno de la Ciudad, liderado por Jorge Macri. La comunidad educativa, compuesta por docentes, padres, alumnos y exalumnos, realizó un abrazo y un «semaforazo» para manifestar su rechazo a las políticas que amenazan el derecho a la educación pública.
La movilización se desarrolla en el contexto de la propuesta del Gobierno de reducir los grados en las escuelas porteñas, lo que podría impactar negativamente en la calidad educativa. Juan, un docente de sexto grado, explicó que la fusión de grados generaría clases de hasta 30 alumnos, complicando la enseñanza y afectando la atención a estudiantes con necesidades especiales.
Lautaro Baamonde, exalumno del colegio, se unió a la protesta para apoyar a la comunidad educativa. “Es fundamental defender nuestros derechos y exigir una educación de calidad”, afirmó. La situación es crítica, ya que la continuidad laboral de los docentes también está en juego; Juan denunció que no hay claridad sobre el futuro laboral tras el cierre de grados, y muchos podrían quedar en estado de disponibilidad.
El recorte no es un caso aislado. Otras escuelas en diferentes distritos de la Ciudad enfrentan la misma amenaza, sin justificación pedagógica aparente. Este ataque sistemático a la educación pública refleja una tendencia más amplia del Gobierno, que busca ajustar recursos en áreas vitales como educación, salud y vivienda.
La comunidad educativa del «Primera Junta» ha logrado, gracias a su organización, que por el momento se detenga el recorte de grados. Sin embargo, líderes como Federico Puy advierten que la lucha debe replicarse en toda la comunidad educativa para proteger el derecho a la educación de todos los niños y niñas.
La situación continúa desarrollándose y se espera que la comunidad mantenga la presión sobre el Gobierno para exigir respuestas y asegurar que la educación pública no sea sacrificada. La amenaza de los recortes sigue latente, y la unión de la comunidad educativa es más crucial que nunca en la defensa de estos derechos fundamentales.
