Desarrollo urgente: El juicio contra siete exmilitares por secuestros y torturas durante la última dictadura cívico-militar comenzó el 27 de agosto en el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia. Estos exintegrantes del Ejército enfrentan graves acusaciones que incluyen tormentos, allanamientos ilegales y asesinatos cometidos en el infame Regimiento 8 de Infantería.
La causa, conocida como “Chanfreau y otros”, busca justicia después de 49 años de impunidad. Durante este juicio, se presentarán 54 testigos, de los cuales 23 son víctimas directas que relatarán las atrocidades sufridas en este centro de detención clandestino, conocido como ‘Las casitas’, donde se sometieron a crueles torturas a militantes políticos, sindicales y sociales.
Entre los acusados se destacan nombres como Rafael Manuelides, Francisco Sevilla y Raúl Cruz, mientras que el principal imputado, Jorge Alberto Chanfreau, falleció antes de llegar al juicio. Este proceso es un hito en la lucha de los sobrevivientes y familiares que han mantenido viva la memoria histórica frente a un contexto de negacionismo.
Las audiencias se llevarán a cabo entre agosto y noviembre, bajo la dirección del fiscal Teodoro Núrnberg, mientras el tribunal está integrado por los jueces Ana María D’Alessio, Enrique Baronetto y Alejandro Cabral.
El juicio representa no solo un paso hacia la justicia, sino también una respuesta a décadas de silencio y olvido. Los sobrevivientes han denunciado que muchos de los que perpetraron estos crímenes aún viven sin castigo, disfrutando de sus domicilios mientras las víctimas claman por justicia.
Este juicio ocurre en un momento crítico, con el gobierno actual intentando deslegitimar las cifras de las víctimas del terrorismo de estado, pero la lucha por la verdad sigue siendo un faro de esperanza. A medida que se desarrollan las audiencias, se espera que muchos más testimonios conmovedores revelen el horror que se vivió en ese oscuro período de la historia argentina.
La memoria, la verdad y la justicia se mantienen en la agenda pública, y este juicio es un recordatorio de que el pasado no debe ser olvidado. Los ojos del país y del mundo están puestos en Comodoro Rivadavia, donde se escriben las primeras páginas de un capítulo esperanzador en la búsqueda de justicia.
