Homenaje conmovedor en Bahía Blanca: Hoy se conmemora el primer aniversario del travesticidio de Rosario Sansone, destacada activista trans, en un emotivo homenaje en su barrio, donde familiares y amigos exigen justicia y recuerdan su legado.
El homenaje se realizó en la esquina de Aguado y República Siria, donde sus seres queridos y activistas de Furias ONG se reunieron para recordar a Rosario, una figura fundamental en la lucha por los derechos de las disidencias sexuales. “Que su nombre no se borre”, enfatizó su hermana Marita, quien leyó un conmovedor escrito durante la ceremonia.
Rosario, originaria de Salta, fue pionera en la defensa de los derechos de las personas trans en su provincia y fundadora de la marcha del orgullo en Salta. Sin embargo, tras el travesticidio de su amiga y las constantes amenazas policiales, se mudó a Bahía Blanca, donde continuó enfrentando abusos y hostigamiento.
En su discurso, Marita recordó cómo su hermana luchó incansablemente, a pesar de las adversidades: “Rosario nunca se rindió. Su vida fue una entrega y un amor por la comunidad”. La violencia que sufrió la llevó a buscar refugio en Bahía Blanca, pero no pudo escapar del crimen que le costó la vida en 2024.
El evento también sirvió para enfatizar la lucha por el reconocimiento del travesticidio como un crimen de odio. La abogada Micaela Romero destacó que este caso es el primero en llegar a juicio en la ciudad, lo que marca un precedente en la búsqueda de justicia para la comunidad LGBTIQ+.
Activistas y asistentes al homenaje recordaron la valentía de Rosario y su impacto en la comunidad, afirmando que “su historia debe ser contada y su lucha, un ejemplo para las nuevas generaciones”. La lucha por justicia continúa, con la esperanza de que su legado inspire futuros movimientos en la defensa de los derechos humanos.
Hoy, la comunidad se une para recordar a Rosario, reafirmando la necesidad de que no haya más travesticidios ni transfemicidios en el país. “¡Basta de violencia! ¡Rosario Sansone, presente hoy y siempre!”, gritaron los presentes, uniendo sus voces en un clamor por justicia y respeto hacia todas las vidas trans.
La memoria de Rosario sigue viva y su historia sirve como un recordatorio de la lucha constante por la igualdad y la dignidad. La comunidad LGBTIQ+ demanda que su legado no sea olvidado y que se haga justicia por cada vida arrebatada.
