Desarrollo de última hora: Álvaro García Ortiz ha designado a Teresa Peramato como nueva fiscal general del Supremo, un movimiento que marca un cambio significativo en el Ministerio Público. Esta decisión se produce en un contexto crítico, ya que García Ortiz cierra su mandato tras la controversia por la filtración de datos reservados desde su teléfono móvil, que está siendo investigado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Hoy, 19 de diciembre, a las 09:00 horas, García Ortiz lideró el último Consejo Fiscal del año, donde se llevó a cabo el nombramiento de Peramato, quien ha sido reconocida por su firme defensa de la Ley del ‘solo sí es sí’. Esta ley ha generado un intenso debate social debido a sus implicaciones en la protección de las víctimas de violencia sexual, especialmente después de las críticas sobre la excarcelación de delincuentes.
Peramato, quien ha ocupado el cargo de fiscal de Sala coordinadora de Violencia sobre la Mujer, ha sido calificada como una «integrista ideológica» en temas de género, y su nombramiento refleja las políticas de García Ortiz. Aunque enfrentó competencia de otros fiscales con mayor antigüedad, como Isabel de las Cuevas y Álvaro Redondo, Peramato se impuso debido a su sólida trayectoria y su alineación con la visión de García Ortiz.
La Ley del ‘solo sí es sí’ busca centrar la respuesta legal en la falta de consentimiento expreso, y Peramato sostiene que ofrece más protección a las víctimas que la legislación anterior. Sin embargo, la ley ha sido objeto de críticas por sus efectos colaterales, lo que llevó al Gobierno a realizar ajustes tras la alarma social generada.
Este nombramiento no solo consolida el legado de García Ortiz, quien ha generado controversias en el pasado por su política de nombramientos, sino que también establece un nuevo rumbo en la Fiscalía que podría afectar a miles de víctimas en España. Los próximos días serán cruciales para observar cómo Peramato implementará sus políticas en el Ministerio Público y cómo responderá la sociedad a estos cambios en la legislación sobre violencia de género.
Con este movimiento, García Ortiz deja una huella significativa en el sistema judicial español, mientras que el futuro de la Ley del ‘solo sí es sí’ sigue en el centro del debate público. Las reacciones de organizaciones de derechos humanos y grupos feministas serán vitales para entender el impacto real de esta decisión en la lucha contra la violencia de género en el país.
