Desarrollo urgente: El Gobierno español ha propuesto en una reunión de la Unión Europea la eliminación del cambio de hora estacional a partir de 2026, lo que podría impactar a millones de ciudadanos que ajustan sus relojes dos veces al año. Esta medida se discutió en un encuentro en Luxemburgo, donde los comisarios europeos de Transportes y Energía, Apostolos Tzitzikostas y Dan Jorgensen, mostraron su apoyo.
El cambio al horario de invierno se realizará en la madrugada del 25 al 26 de octubre, cuando a las 03:00 los relojes retrocederán a las 02:00. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha argumentado que el cambio tiene efectos negativos en la salud y la calidad de vida, sugiriendo que su impacto en el ahorro energético es mínimo.
Reacciones políticas han surgido, con diversos ministros expresando su apoyo para reabrir el debate, señalando que los supuestos ahorros energéticos son cada vez más cuestionables. La vicesecretaria del PP, Cuca Gamarra, calificó la propuesta como un «señuelo», mientras que el líder de Vox, Santiago Abascal, criticó la atención mediática que se le está dando, sugiriendo que es un intento de desviar la atención de otros problemas.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, fue uno de los primeros en abordar cuál sería el horario más adecuado para España si se eliminara el cambio de hora, considerando que el horario de invierno sería más beneficioso. Esta postura es respaldada por la secretaría de Salud Laboral y Medioambiente de CCOO, que aboga por eliminar el cambio horario brusco, citando que el horario de verano podría interferir con el reloj biológico humano.
Además, expertos en sueño han advertido que un cambio brusco puede descoordinar el reloj central del cuerpo, lo que podría generar problemas de salud.
“Dormimos de manera diferente en invierno y en verano, y estos cambios son graduales”,
explicó Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría.
Aunque el debate ha cobrado fuerza, Tzitzikostas ha reconocido que aún no hay consenso entre los 27 Estados miembros de la UE. La discusión sobre el cambio de hora no es nueva; se ha intentado desde 2018, cuando el entonces presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, propuso permitir a cada país elegir su huso horario. Sin embargo, el miedo a la fragmentación en la UE ha frenado estos avances.
El primer cambio de hora en España se implementó en 1918, y ha sido objeto de debate durante décadas, especialmente en el contexto de la crisis del petróleo en los años 70. En 2018, se creó una comisión de expertos para evaluar el impacto del cambio horario, pero no se alcanzó una resolución concluyente.
Con el Gobierno español reabriendo el debate, la atención está centrada en las implicaciones que esta propuesta tendría para la vida cotidiana de los ciudadanos. Las próximas semanas serán clave para determinar si esta medida avanza y qué impacto tendrá en el horario que los españoles adoptarán en el futuro.
