Fernando Alonso no se guarda nada tras su frustrante carrera en el GP de Las Vegas, afirmando que «la pista es insegura» y que el asfalto está «extremadamente bacheado». En un fin de semana complicado, el piloto español no logró obtener puntos, terminando en la decimotercera posición tras una serie de problemas con el ritmo de su Aston Martin F1.
Alonso, quien ha enfrentado una montaña rusa de emociones esta temporada, destaca que el AMR25 no ha sido competitivo, especialmente en un circuito caracterizado por largas rectas y el uso del DRS, elementos que han puesto en evidencia las debilidades de su monoplaza. «No teníamos ritmo, ya fue muy complicado el fin de semana desde los entrenamientos libres», expresó el piloto tras la carrera.
La jornada comenzó con un clima complicado, donde la lluvia permitió a Alonso alcanzar la séptima posición en la clasificación, sin embargo, un accidente en la salida afectó su desempeño. «Mi salida fue buena, pero Liam iba por dentro y sacó de la pista a Piastri, a Leclerc y a mí», relató. Tras una serie de incidentes, el piloto se vio obligado a entrar en boxes temprano, y a medida que la carrera avanzaba, el rendimiento del AMR25 se deterioró.
Alonso también mencionó los desafíos logísticos que enfrenta al correr en circuitos lejanos, señalando que «es difícil venir con la diferencia horaria y lo lejos que está de Europa». Con solo dos carreras restantes en Qatar y Abu Dabi, el piloto asturiano se muestra esperanzado, pero realista. «Esperamos que en Qatar vayamos mejor, aunque pensar estar entre los 6-7 primeros es ilógico», concluyó.
Este desalentador resultado pone en relieve la necesidad de mejorar el rendimiento del AMR25 y plantea interrogantes sobre el futuro del equipo en la temporada 2026. Las palabras de Alonso destacan la urgencia de abordar la cuestión de la seguridad en el GP de Las Vegas, un tema que podría tener repercusiones serias para la Fórmula 1 en las próximas carreras.
