Desarrollo urgente: En un discurso contundente en el congreso anual de Reform UK en Birmingham, el líder del partido, Nigel Farage, ha reafirmado su drástico plan de deportar a todos los inmigrantes ilegales en el Reino Unido, prometiendo acciones en un plazo de dos semanas si llega al poder.
Farage declaró que detendrá y deportará a todos los que crucen el canal de la Mancha, independientemente de su género. Al ser cuestionado sobre el destino de las mujeres afganas solicitantes de asilo, su respuesta fue clara: «Sí». Si bien mencionó que los menores tendrían un trato diferente, subrayó que la política se enfocará en los adultos, advirtiendo que «quienes crucen el canal serán detenidos y deportados».
El político británico anunció que impulsará la Ley de Inmigración Ilegal, que fortalecerá la capacidad del gobierno para ejecutar deportaciones inmediatas, incluyendo vuelos de expulsión. Farage aseguró que, de ser elegido, se comprometerá a «parar todos los barcos en dos semanas», un mensaje que busca generar un efecto disuasorio sobre los inmigrantes que intentan llegar al Reino Unido desde Francia.
Además, el líder de Reform UK propuso abandonar la Convención Europea de Derechos Humanos, argumentando que este instrumento limita la soberanía británica y complica las deportaciones. Farage planea cerrar hoteles y viviendas que albergan a inmigrantes ilegales, reemplazándolos por centros de detención en bases militares.
Con estas medidas, Farage busca hacer de la lucha contra la inmigración ilegal una prioridad nacional, insistiendo en que es fundamental recuperar el control de las fronteras frente a lo que considera inacción de los gobiernos tradicionales. La implementación de su plan, según él, comenzaría inmediatamente tras la aprobación de la ley, lo que podría transformar la política migratoria del país en un corto período de tiempo.
Este enfoque radical ha generado un intenso debate en el Reino Unido, donde muchos cuestionan las implicaciones humanitarias y éticas de tales políticas. La respuesta pública y política a las promesas de Farage se anticipa como uno de los temas más candentes en las próximas elecciones, reflejando un cambio significativo en la discusión sobre la inmigración en el país.
Los ciudadanos y organizaciones de derechos humanos están observando de cerca estos desarrollos, ya que las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían tener un impacto duradero en la política migratoria del Reino Unido y en la vida de miles de personas que buscan refugio.
