La reina madre Sirikit de Tailandia ha fallecido a los 93 años, según ha confirmado el palacio real en un comunicado. Su muerte, ocurrida el viernes a las 21H21 en el hospital Chulalongkorn, marca el fin de una era para la monarquía tailandesa, ya que Sirikit, apodada la ‘Jackie Kennedy de Asia’, fue una figura emblemática junto a su esposo, el rey Bhumibol Adulyadej, quien reinó durante 70 años hasta su muerte en 2016.
Desde 2012, tras sufrir un derrame cerebral, Sirikit había estado alejada de la vida pública y no había aparecido en eventos oficiales durante años. Sin embargo, su imagen sigue siendo venerada, con retratos suyos decorando edificios públicos y hogares en todo el país. Desde 2019, había estado lidiando con múltiples problemas de salud, incluyendo una reciente infección sanguínea que complicó su estado.
La noticia de su fallecimiento ha desatado un profundo luto nacional, con un llamado a homenajear su legado y la influencia que tuvo en la consolidación de la monarquía en el corazón de la sociedad tailandesa. El rey Maha Vajiralongkorn, su hijo y actual monarca, es visto como el padre de la nación y su figura, junto con la de su madre, genera un fervor que es difícil de igualar en el mundo moderno.
El país guarda un año de luto oficial por el fallecimiento de Bhumibol, y se espera que el mismo protocolo se aplique para Sirikit, quien también fue homenajeada cada año en su cumpleaños, que coincide con el Día de la Madre en Tailandia. En la década de 1960, la reina madre se codeó con presidentes estadounidenses y celebridades como Elvis Presley, dejando una huella imborrable en la historia cultural del país.
Los tailandeses han comenzado a rendir tributo a la reina madre, preparando ceremonias y eventos conmemorativos a lo largo y ancho de la nación. La muerte de Sirikit no solo representa una pérdida personal para la familia real, sino también un momento de reflexión para todos los tailandeses que han vivido bajo su influencia a lo largo de las décadas.
