Desarrollo urgente: La Casa Blanca ha cesado a Susan Monarez, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en un movimiento inesperado que ha desatado una ola de dimisiones de altos cargos y críticas sobre la politización de la salud pública. Este anuncio se produce menos de un mes después de que Monarez fuera confirmada en su puesto por el Senado el 31 de julio.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), bajo el mando de Robert F. Kennedy Jr., confirmó esta tarde en su cuenta de X que Monarez «ya no es directora» sin proporcionar detalles adicionales, lo que generó incertidumbre en el sector. Tras el anuncio, al menos cuatro altos funcionarios de los CDC presentaron sus renuncias, citando preocupaciones sobre recortes en la agencia y la desinformación sobre las vacunas.
Los abogados de Monarez, Mark Zaid y Abbe Lowell, emitieron un comunicado en X aclarando que no había renunciado ni sido despedida, atribuyendo el anuncio a represalias políticas. «Cuando la directora del CDC Susan Monarez rechazó firmar directivas no científicas e imprudentes, eligió proteger al público», dijeron los abogados, enfatizando su compromiso con la salud pública.
Poco después, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Kush Desai, declaró a medios como The Washington Post que Monarez había sido despedida tras rechazar dimitir, lo que indica un creciente desacuerdo con la agenda del presidente Kennedy. Desai agregó que Monarez «no está alineada con la agenda del presidente de ‘Hacer a EE.UU. sano de nuevo'».
Esta crisis de liderazgo en el CDC coincide con la aprobación de nuevas vacunas contra la COVID-19, que serán limitadas a la población de «alto riesgo» y que han mostrado un giro en la política de vacunación de EE. UU., ahora más alineada con el escepticismo de Kennedy hacia las vacunas. En junio, Kennedy despidió a diecisiete miembros del comité asesor de vacunación de los CDC, lo que fue criticado por expertos en salud.
La salida de Monarez, la primera directora del CDC confirmada por el Senado, plantea serias dudas sobre el futuro de la agencia en un momento crítico para la salud pública, ya que se espera que continúen las repercusiones de este cambio en el liderazgo. Se observa una creciente preocupación entre los profesionales de la salud sobre el impacto de esta decisión en la confianza pública y la efectividad de la respuesta a futuras crisis sanitarias.
Los próximos días serán cruciales para observar cómo se desarrollan estos eventos y qué significarán para la dirección del CDC y la salud pública en general. La comunidad de salud y el público en general estarán atentos a nuevas declaraciones y posibles cambios en las políticas de vacunación y salud pública.
