El general del Aire Francisco Braco, Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA), ha lanzado una alerta crucial sobre la urgente necesidad de que España desarrolle sistemas para monitorizar y defender su entorno espacial. En un seminario en Santander, Braco enfatizó que la vigilancia debe ir más allá de los satélites en órbita e incluir un análisis profundo de comportamientos y amenazas potenciales de adversarios.
“España aboga por el uso responsable del espacio”, afirmó Braco, “pero eso no excluye contar con capacidades eficaces para disuadir y defender”. Este llamado se produce en un contexto donde el Centro de Operaciones y Vigilancia Espacial (COVE), creado en **2019**, opera 24/7 y ha detectado más de **5,000 objetos** en el espacio, incluyendo una reciente alerta sobre un fenómeno que podría haber sido un misil balístico surcando el cielo español.
El COVE ha sido fundamental no solo en operaciones militares, sino también en apoyo a la sociedad durante episodios críticos como desastres naturales. En **abril de 2024**, se identificó un objeto que generó alarma, pero se confirmó que no representaba un riesgo. Las autoridades subrayaron que existe un protocolo nacional e internacional para alertas espaciales que se activa en caso de objetos de más de **5,000 kilos**.
Braco destacó la importancia de colaborar a todos los niveles, involucrando a la Agencia Espacial Española, las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Defensa, la industria y universidades, así como organismos internacionales como la OTAN y la Unión Europea. “La cooperación es esencial para promover la investigación y la formación en el ámbito espacial”, indicó.
Entre los nuevos proyectos del Ejército del Aire, se incluyen herramientas avanzadas de control situacional en el COVE y el desarrollo de una red de observatorios robóticos. Braco enfatizó que son necesarios “sistemas tecnológicamente avanzados, robustos y resilientes” para garantizar la seguridad en el espacio.
El JEMA concluyó que España se encuentra en el camino de convertirse en un referente en seguridad espacial dentro de la Unión Europea y la OTAN, lo que podría tener implicaciones significativas para la defensa nacional y la cooperación internacional en el futuro. La creciente relevancia del poder aeroespacial y la necesidad de prepararse ante ciberataques y amenazas físicas hacen que este sea un momento crítico para las capacidades defensivas de España.
