Un grupo de empresarios locales ha decidido paralizar su ambicioso proyecto para transformar la primera planta del Mercado del Sur en Gijón en un espacio gastronómico, alegando problemas internos en la comunidad de propietarios. Este proyecto, que busca revitalizar un espacio vacío desde hace 23 años, ha quedado en un punto muerto tras el anuncio del promotor a EL COMERCIO de que no procederán hasta que se resuelvan las diferencias entre los propietarios.
El plan, que incluye la creación de un espacio de 2,294 metros cuadrados con una variedad de ofertas gastronómicas, ha enfrentado numerosas dificultades. «Hemos presentado un proyecto viable para un espacio que lleva vacío 23 años y lo hacemos para que todos ganen», declaró el promotor, quien enfatizó la necesidad de un flujo de visitantes para hacer del Mercado del Sur un atractivo turístico.
El proyecto, que sigue el modelo de mercados exitosos como San Miguel en Madrid y La Boquería en Barcelona, ha sido diseñado para incluir restaurantes de sushi, hamburguesas, pizzas y una vinoteca, además de espacios de café y una coctelería. Sin embargo, los empresarios han encontrado «trabas y problemas» con otros propietarios, lo que el promotor ha calificado como un «reino de taifas».
Además, se han presentado propuestas para modificar los estatutos del Mercado, que actualmente son considerados «inamovibles». La comunidad ha sido informada de la necesidad de ampliar los horarios de acceso al recinto y realizar una auditoría externa para asegurar la transparencia en la gestión del espacio. «Que solucionen sus problemas de gobierno y así se sabrá que todo está bien», reflexionó el promotor, quien se mostró contundente al afirmar que el proyecto «está paralizado».
A pesar de que se ha cerrado la financiación para la adquisición de los 330 metros cuadrados de locales y oficinas, la falta de consenso ha frenado el avance. En 2019, se estimaba que el importe de la operación rondaba 1 millón de euros.
El Mercado del Sur, inaugurado en 1899, ha tenido múltiples intentos de revitalización sin éxito en los últimos años. En 2021, la empresa gallega Bring The Noise presentó un plan para convertir la primera planta en un espacio de hostelería y cultura, pero también fracasó.
La situación actual genera incertidumbre entre los empresarios y la comunidad, quienes ven en este proyecto una oportunidad de revitalizar el comercio y atraer turismo a Gijón. Se espera que en las próximas semanas se realicen nuevas reuniones para intentar resolver los conflictos y reanudar el proyecto.