El Gobierno de Navarra ha confirmado la transformación de un ala del Centro Hospitalario Benito Menni en Elizondo en un Centro de Observación y Acogida para menores extranjeros no acompañados (menas), con la apertura prevista antes de que finalice el 2025. Esta medida responde a la necesidad de establecer dispositivos más pequeños y distribuidos en la región, alejándose de los modelos masificados que han suscitado polémica en localidades como Marcilla.
La elección del edificio conocido como Bertiz, que quedó vacío tras la reorganización interna de la Fundación Hospitalarias, también responde a un contexto laboral tenso, donde se han denunciado despidos y cambios de puesto que han afectado a 42 de los 168 trabajadores. Representantes de ELA han solicitado la reversión de estos ceses y la apertura de negociaciones para mejorar las condiciones laborales.
En paralelo, el Ayuntamiento de Baztan fue informado recientemente del proyecto en una reunión con responsables de Derechos Sociales, tras episodios de inquietud ciudadana en otros municipios relacionados con centros de menores. Este nuevo centro contará inicialmente con 20 plazas, donde se atenderá de forma inmediata a menas que lleguen a Navarra desde Africa a través de Canarias o comunidades limítrofes como Francia y el País Vasco.
La atención en el centro será gestionada por la Fundación Gizain y se enfocará en cubrir necesidades urgentes durante estancias que rara vez superan los seis meses, tras los cuales se definirá el recurso más adecuado para cada menor, ya sea un piso o una residencia estable. Con esta apertura, Navarra sumará su cuarto centro de acogida, complementando los ya existentes en Marcilla, la capital y la Comarca de Pamplona.
Además, Derechos Sociales ha anunciado que el equipamiento previsto en el antiguo edificio del Verbo Divino en Estella abrirá sus puertas a inicios del próximo año, adaptándose a un modelo de intervención rápida e individualizada para adolescentes en situación de vulnerabilidad. Este desarrollo marca un paso significativo en la atención a menores en riesgo y responde a la creciente necesidad de soluciones adecuadas y humanas en el sistema de acogida.
