El Papa León XIV ha emitido un fuerte llamado a la comunidad internacional, condenando el “castigo colectivo” que enfrenta la población civil en Gaza y demandando la protección de los derechos humanos en la región. En un emotivo discurso al final del rezo del Ángelus en Castel Gandolfo el 20 de julio de 2025, el Pontífice expresó su “profundo dolor” por la situación y la reciente tragedia en la parroquia de la Sagrada Familia, donde un ataque israelí dejó tres muertos y varios heridos.
“Este hecho se suma a los continuos ataques militares contra la población civil y los lugares de culto en Gaza”, subrayó León XIV, instando a que “se detenga de inmediato la barbarie de la guerra”. Su llamado a la paz resuena con urgencia, ya que el conflicto en la región ha escalado rápidamente, afectando gravemente a la población civil.
El Papa también se refirió a su conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, destacando la necesidad de proteger los lugares sagrados y trabajar juntos para aliviar la crisis. “El mundo no soporta más la guerra”, afirmó, pidiendo a todos los actores involucrados que “dejen las armas”.
En un contexto alarmante, el Ejército israelí anunció la evacuación del suroeste de Deir al Balah, una ciudad clave en el centro de Gaza, donde no ha llevado a cabo operaciones terrestres desde el inicio de la ofensiva. Según informes, se estima que unas 350,000 personas se encuentran en esta gobernación, que ha sido un refugio para muchos desplazados y un centro de operaciones para organizaciones humanitarias.
Las fuerzas armadas israelíes han intensificado sus operaciones, alegando que buscan desmantelar la infraestructura terrorista en la zona, lo que ha generado un clima de creciente temor entre los civiles. Las advertencias a la población gazatí sobre el peligro de regresar a diversas áreas en el norte de Gaza se han multiplicado, ya que el Ejército continúa operando “con extrema intensidad”.
La situación humanitaria en Gaza se vuelve cada vez más crítica, con miles de personas atrapadas entre las hostilidades y la falta de recursos básicos. La comunidad internacional observa con preocupación, esperando que el llamado del Papa a la paz y al respeto del derecho humanitario sea escuchado.
Mientras tanto, el Papa León XIV sigue manteniendo su apoyo a los cristianos en Oriente Medio, quienes se sienten impotentes ante la violencia que les rodea. “Estoy profundamente cercano a todos los feligreses de la parroquia y a las familias de las víctimas”, concluyó el Pontífice, enfatizando la urgente necesidad de una solución pacífica al conflicto.
La resolución de esta crisis es más urgente que nunca, y el llamado a la paz del Papa podría ser un rayo de esperanza en un contexto marcado por la desesperación y la violencia. El mundo observa atentamente mientras se desarrollan estos acontecimientos críticos.
