Desplome del oro: el metal precioso ha caído por debajo de 4.000 euros por onza tras una sorprendente bajada del 9% en solo cinco días, impactado por la fortaleza del dólar y una menor incertidumbre económica global. Este desplome ocurre tras alcanzar un máximo histórico de 4.400 euros la onza, sorprendiendo a analistas que lo consideran un refugio seguro en tiempos de crisis.
La reciente caída se atribuye a varios factores. La fortaleza del dólar ha encarecido la adquisición de materias primas, afectando negativamente su valor. Además, el clima de calma en el escenario internacional, impulsado por un posible acuerdo entre Estados Unidos y China, ha disminuido la percepción de riesgo económico, llevando el precio del oro a la baja.
Los analistas también indican que el oro estaba «fuertemente sobrecomprado» desde principios de septiembre, y la finalización del festival Dewalli en India, que tradicionalmente aumenta la demanda de oro, ha contribuido a esta corrección. Sin embargo, expertos de firmas de inversión como UBS y Goldman Sachs mantienen una perspectiva optimista, afirmando que la corrección actual podría ser una oportunidad para los inversores.
A pesar de la magnitud de la caída, que ha llevado a una recogida de beneficios por parte de algunos inversores, el oro sigue siendo visto como un activo refugio. Este año, su valor ha aumentado casi un 60% y casi un 120% en los últimos cinco años, lo que sugiere que la confianza en el metal precioso no se ha desvanecido.
Mirando hacia el futuro, los analistas pronostican que las caídas actuales podrían ser una fase temporal antes de un repunte sostenido. Se estima que el precio objetivo para el año 2026 podría alcanzar los 5.000 dólares por onza, siempre que los bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed), tomen decisiones clave en sus próximas reuniones.
Con la situación actual, muchos inversores están aprovechando para comprar a precios más bajos, anticipando un regreso del oro a niveles más altos. La confianza de los analistas y la historia del oro como refugio en tiempos de incertidumbre continúan siendo factores clave que podrían influir en el mercado en el corto y medio plazo.
