Una nueva encuesta de Quaest confirma que el 67% de los brasileños aprueba la operación policial más letal en Río de Janeiro, a pesar de los 121 muertos registrados. Este operativo, realizado a finales de octubre contra el Comando Vermelho, dejó un total de 117 sospechosos y cuatro agentes muertos, desatando un intenso debate sobre el uso de la fuerza por parte de la policía.
A pesar de la controversia por el alto número de víctimas, el estudio revela que la mayoría de la población no considera que la policía «exageró», ya que solo el 29% opina lo contrario. Sin embargo, un 55% de los encuestados expresó que no querría que una operación de este tipo se llevara a cabo en su propio estado, frente a un 42% que sí la apoyaría.
La preocupación social por la violencia ha aumentado significativamente, pasando del 30% al 38% en el último mes, lo que indica un creciente temor entre los ciudadanos. Además, un 73% de los consultados respalda la idea de clasificar a las organizaciones criminales como grupos terroristas, una propuesta que ha sido impulsada por la oposición al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
El gobierno, no obstante, se opone a esta medida, argumentando que podría poner en riesgo la soberanía nacional y abrir la puerta a intervenciones internacionales en los asuntos internos de Brasil. Esta situación plantea serias preguntas sobre el futuro de la seguridad y el uso de la fuerza en el país, mientras la población sigue preocupada por el aumento de la violencia y sus repercusiones.
Los próximos días serán cruciales para observar cómo evoluciona esta situación y si el gobierno tomará medidas en respuesta a la creciente presión pública. La opinión de los brasileños sobre la seguridad y la violencia seguirá siendo un tema candente en el debate nacional en las próximas semanas.
