La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha denunciado hoy que el despliegue antinarcóticos del presidente Donald Trump en el mar Caribe tiene un objetivo oculto: convertir a Venezuela en el “estado 51” de los Estados Unidos. Durante un acto oficial en Caracas, Rodríguez afirmó que el pueblo venezolano nunca obedecerá órdenes de «apátridas» y que Venezuela seguirá siendo una república independiente.
Rodríguez subrayó que «cuando el pueblo no ha estado en el poder político, ha estado en la calle batallando», reafirmando que el pueblo está decidido a no entregar su futuro. Sus declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión, donde Washington ha desplegado el portaviones USS Gerald R. Ford y al menos ocho buques adicionales frente a las costas venezolanas, junto con escuadrones de aviones F-35.
La presión sobre el régimen de Maduro aumenta, ya que el secretario de Guerra de EE.UU. anunció que la designación del Cártel de los Soles como grupo terrorista «abrirá un abanico de opciones» para Trump respecto a Venezuela.
En las últimas horas, se han llevado a cabo bombardeos selectivos a narcolanchas en el Caribe, lo que intensifica la intervención de EE.UU. en la región. La situación se torna más crítica, con un ambiente de inestabilidad política que podría afectar a millones de venezolanos.
Rodríguez concluyó su discurso enfatizando que «hoy que somos poder político, el pueblo está resuelto y decidido a no entregarlo», una declaración que resuena con el sentimiento de resistencia en el país. Las palabras de la vicepresidenta evidencian un creciente desafío entre el régimen de Maduro y las autoridades estadounidenses, lo que podría tener repercusiones tanto internas como externas en el futuro inmediato.
La comunidad internacional estará atenta a los próximos movimientos, mientras el conflicto en Venezuela continúa escalando.
