David Ferrer, capitán del equipo español de tenis, enfrenta un desafío crucial al debutar mañana en la Copa Davis contra la República Checa en el SuperTennis Arena de Bolonia. La ausencia de Carlos Alcaraz, número uno del mundo, ha dejado al equipo con una sensación de pérdida, pero Ferrer asegura que tienen opciones. “Estamos tristes de no contar con Carlos, pero vamos a competir”, afirmó Ferrer, quien ha llevado a España a la victoria en este torneo en tres ocasiones como jugador.
La eliminatoria de mañana está al 50% según Ferrer, quien confía en la motivación de su equipo. “Ahora somos cuatro, pero tenemos talento y estamos listos para dar lo mejor”, dijo. Este equipo, que incluye a Jaume Munar, Pedro Martínez, Marcel Granollers y Pablo Carreño, ha demostrado ser fuerte, especialmente tras remontar un 2-0 en la última eliminatoria.
La baja de Alcaraz es un golpe duro, pero Ferrer destaca la calidad humana del equipo: “Son buena gente y compiten con pasión”. Con el recuerdo de las victorias pasadas, Ferrer busca transmitir su experiencia y emoción a los jugadores, enfatizando la importancia de jugar por su país. “Es un torneo único que nos une”, agregó.
El capitán también mencionó la ausencia de Alejandro Davidovich, otra figura clave, pero mantiene el enfoque en aquellos que están presentes. “Estamos aquí gracias a todos ellos, y vamos a luchar”, reiteró.
Ferrer está consciente de la fuerza del equipo checo, que incluye a jugadores como Tomas Machac y Jiri Lehecka. “Tienen un dobles consolidado y son muy competitivos”, alertó. La presión está presente, pero Ferrer intenta crear un ambiente positivo para su equipo.
“Disfrutar del día a día es esencial”, comentó Ferrer, quien busca que sus jugadores vivan intensamente cada momento de la competición. Aunque sueña con ganar como capitán, su enfoque está en el proceso y el desarrollo de sus jugadores: “Quiero que ellos consigan cosas importantes en su carrera”.
La Copa Davis es un torneo que evoca grandes emociones y un sentido de pertenencia nacional, y aunque la ausencia de Alcaraz es significativa, Ferrer y su equipo están listos para afrontar el desafío con determinación y esperanza. En un formato que fomenta la unidad, el equipo español tiene la oportunidad de brillar, independientemente de las adversidades.
